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Studio Ghibli vuelve en El recuerdo de Marnie con narraciones costumbristas - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Aunque Hayao Miyazaki ya se haya desvinculado en gran parte de la producción de sus películas, el estudio que él ayudó a crear siempre llevará sus señas de identidad. Y es que se nota su mano invisible, su esencia, su legado, en este nuevo largometraje del Studio Ghibli. La película se estrenó en el 2014 y se ha lanzado en carteleras en nuestro país el mismo fin de semana que El cuento de la princesa Kaguya, otra obra del mismo estudio del 2013. Siempre es una pena ver como la animación sigue siendo considerada un genero menor y no se le toma en consideración, más aun cuando no es de una gran productora (y eso que, obviamente, lo es).

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Studio Ghibli vuelve en El recuerdo de Marnie con narraciones costumbristas

Madurez y familia en la nueva historia del estudio de Totoro

El recuerdo de Marnie
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El recuerdo de Marnie

Cartel del film de Hiromasa Yonebayashi.

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El recuerdo de Marnie

Cartel del film de Hiromasa Yonebayashi.

DATOS RELACIONADOS

Título original: Omoide no Mânî (When Marnie Was There) (2014)
Dirección: Hiromasa Yonebayashi
Guion: Niwa Keiko, Ando Masahi (basada en el libro de Joan G. Robinson)
Intérpretes: Animación
Fotografía: Animación
Música: Takatsugu Muramatsu
Duración: 103’
País: Japón
Productora: Studio Ghibli

Manuel López – La República Cultural

Aunque Hayao Miyazaki ya se haya desvinculado en gran parte de la producción de sus películas, el estudio que él ayudó a crear siempre llevará sus señas de identidad. Y es que se nota su mano invisible, su esencia, su legado, en este nuevo largometraje del Studio Ghibli.

La película se estrenó en el 2014 y se ha lanzado en carteleras en nuestro país el mismo fin de semana que El cuento de la princesa Kaguya, otra obra del mismo estudio del 2013. Siempre es una pena ver como la animación sigue siendo considerada un genero menor y no se le toma en consideración, más aun cuando no es de una gran productora (y eso que, obviamente, lo es).

La historia de la película que hoy nos acontece está basada en un libro homónimo de la autora inglesa Joan G. Robison (escritora e ilustradora de libros infantiles). La narración sigue la vida de Anna, una joven solitaria y desplazada de la sociedad que vive con sus padres adoptivos en la gran ciudad; no encaja en ningún lado y cuando una enfermedad la lleva a tener que pasar las vacaciones con sus tíos cerca del mar espera poder alejarse un poco más de esa vida que no quiere ni comprende.

Allí, entre la costa y los pescadores de un muy pequeño pueblo, conocerá a otra niña, Mairne que trata de suavizarla, de intentar que se abra a ella y al mundo que la rodea, que se conozca y se quiera más a sí misma. Mairne vive en una casa peculiar, de acceso en barco por mar o andando sólo si la marea es baja, una casa de enseño de la que Anna quiere se participe. Pero no será lo que ella espera.

Un cuento sobre la maduración, el crecimiento, la necesidad de abrirse a la gente, de amar a la familia, de aceptarse como uno es,… Una de esas historias costumbristas que tanto gustan a Hayao y cuya factura la llevó a ser nominada a los Oscars este año.

Por desgracia, aunque la esencia del genio japonés está, la historia resulta algo plana y el espectador en ningún momento creo que llega a posicionarse del lado de Anna y ver el mundo a través de sus ojos quedando la joven como una consentida y maleducada. Una buena trama con su normal toque de fantasía que igual peca de aspiraciones y pretensiones, abandonando esa esencia simplísima de las películas de éxito del estudio.

El director resulta ser Yonebayashi, que repite en este puesto tras su trabajo en Arriety y el mundo de los diminutos. La sombra del maestro es larga y o se sobrepone el estudio o no tardará en caer.

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