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ISSN 2174 - 4092

La vista atrás se encuentra con La soledad del paseador de perros - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Ella escribe a Rodolfo, le envía un “mensaje en una botella, a la deriva, en el lago de la Casa de Campo”, o recuerda que le escribió “lo más difícil que escrito nunca es esta carta que tú nunca leíste, que fue a parar a tu spam, junto con la viagra rosa, las ofertas de trabajo y un montón de basura digital”, y entre uno y otro tema, las relaciones acaban por convertirse en un encuentro de calcetines desparejados “porque los calcetines, como yo, siempre pierden a su pareja”. Es el personaje de María Velasco en el texto que pone en pie compartiendo dirección con Guillermo Heras, y espacio escénico con Valeria Alonso, Kike Guaza, Olaia Pazos y Carlos Troya. Pero además de se una María que se multiplica por tres en las funciones de su obra, en cambio es una mujer que se divide en dos, que se reparte entre el personaje de Olaia y el suyo propio, para configurar un pasaje de su vida.

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La vista atrás se encuentra con La soledad del paseador de perros

La autora invita a observar las relaciones hacia dentro y desde dentro

La soledad del paseador de perros
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La soledad del paseador de perros

Olaia Pazos ante la cama con Carlos Troya. Foto: Julio Castro.

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La soledad del paseador de perros

María Velasco atada como un perro con la correa. Foto: Julio Castro.

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DATOS RELACIONADOS

Texto: María Velasco
Dirección: Guillermo Heras, María Velasco
Intérpretes: Valeria Alonso, Kike Guaza, Olaia Pazos, Carlos Troya, María Velasco
Diseño de espacio y luz: Marta Cofrade
Vestuario: Raquel Soto
Asistente de dirección: Tamara Gutiérrez
Producción ejecutiva: Carlota Guivernau

Duración: 90’

Julio Castro – La República Cultural

Ella escribe a Rodolfo, le envía un “mensaje en una botella, a la deriva, en el lago de la Casa de Campo”, o recuerda que le escribió “lo más difícil que escrito nunca es esta carta que tú nunca leíste, que fue a parar a tu spam, junto con la viagra rosa, las ofertas de trabajo y un montón de basura digital”, y entre uno y otro tema, las relaciones acaban por convertirse en un encuentro de calcetines desparejados “porque los calcetines, como yo, siempre pierden a su pareja”.

Es el personaje de María Velasco en el texto que pone en pie compartiendo dirección con Guillermo Heras, y espacio escénico con Valeria Alonso, Kike Guaza, Olaia Pazos y Carlos Troya. Pero además de se una María que se multiplica por tres en las funciones de su obra, en cambio es una mujer que se divide en dos, que se reparte entre el personaje de Olaia y el suyo propio, para configurar un pasaje de su vida.

Una mirada hacia dentro

Ya comenzó en Líbrate de las cosas hermosas que te deseo, con un formato de teatro de autoficción en el que habla de sí misma, o de un entorno que podría ser una faceta de su vida, donde encierra lugares que la autora quiere destacar, pero que adquiere un carácter muy diferente a la hora de la puesta en pie. Y es que, la anterior obra, de la que se hizo cargo la compañía La Cantera, la exposición conducía al público hacia una obra de carácter centrífugo, es decir, el personaje mostrado en primera persona, dirigía al público su narrativa.

Ahora, en un relato mucho más concreto, centrado en una relación sentimental, en la manera del desencuentro y de las ausencias, parece que su manera de expresarlo da la espalda al espectador, o al lector, en el caso del texto, para reflexionar hacia las otras tres paredes del teatro que encajarán su historia dentro de sí. Pese a la manera de dirigirse al público, que sirve para tirar del hilo dentro del escenario, sus relatos ahora se encierran y nos invitan a mirarlo como tras un vidrio que deja pasar las imágenes.

Lo que hace, tanto en esta como en la anterior obra, es una disección en vivo de sí misma, solo que en su momento fue un marco vital, para ahora centrarse en temas muy concretos. Los textos dicen las cosas claras, no luce exhibicionismo en el haz ni, por lo tanto, puede haber mojigatería en el envés, de manera que tampoco hay palabras siempre dulces, aunque los contenidos puedan arrastrar a ello, sino los términos que surgen de la situación. Es porque la literatura de la autora siempre se muestra libre, máxime aquí, donde una parte del mismo quiere liberarse de una esclavitud.

Aunque la acción y el texto giran sobre la cama y entorno a la cama, que en este caso ocupa el centro del espacio escénico, la realidad se desarrolla fuera y casi ajena. No por el texto o las referencias, sino porque como objeto apenas sirve para el encuentro de la pareja, sino más bien como soporte del contenido de una relación que se basa en el arrojo del desencuentro.

Es un mundo de relaciones personales, de la relación de una persona, de su manera de encontrarse y desencontrarse con su pareja abierta, pero también con otros entornos y a través de otros entornos. Las referencias que giran alrededor del tema principal, no dejan de mostrarse, ya sea en forma de debate o de controversia. Así, mientras habla de las carencias del otro en su relación, el encadenamiento fruto de la misma se puede mostrar en la forma de una mujer sujeta por el collar y la corea, o en las referencias a las ataduras del bondage fruto de un lío de cuerdas con los perros.

La forma de construcción

Las miradas comunes apenas ocupan un pequeño espacio, porque el conjunto de la obra se va disociando en formas de observar de la autora y, sin duda, del codirector. Desde esa perspectiva, el encaje de las piezas tienen una línea en el propio texto, pero ya la autora anuncia que “el orden de las escenas es variable, pero nunca aleatorio”. Por eso, en este caso, la dirección elige su propio orden y manera de encajar cada fragmento, lo que supone una manera muy interesante de construir la obra (quizá en una especie de recuerdo a Cortázar).

Hay una curiosidad en el teatro de María Velasco, en el que incluye fragmentos de su peculiar humor en medio de discursos que parecían conducir a otros lugares (y seguramente conduzcan), pero que te encuentran con el paso cambiado. Y te encuentras a la estela de lo que un personaje acaba de decir con ese “¿cómo-que-dijo-qué?”, porque parece increíble que haya colocado de repente ese fragmento de texto en medio de un discurso que seguías como tragedia y, tal vez, no era sino nostalgia de lo que expresaría en un recuerdo que en su día fue más doloroso, pero ahora permite algo más complejo. O clarificador. Incluso desafecto a veces, pero no tragedia presente. O que si no, es parte de la ironía que rebosa de sus textos desde el momento en que es capaz de mirarse desde fuera, y además verse, y además disociarse en dos “yos” que no son ni uno ni otro, sino ambos. Y tanto yo, indudablemente, se encuentra en el lugar poético del contenido, de la lírica del texto.

La propia autora en escena, se disocia con el personaje de Olaia Pazos, que casi acaba siendo parte de ella, no por cercanía, sino por complemento de su yo. Entre tanto, Valeria Alonso asume el personaje de Malena Moffat, la auténtica paseadora de perros. Rodolfo, o bien Él, es Carlos Troya, mientras que el Hombre, Kike Guaza, parece intervenir como “otro hombre”, pero un “otro”, que para cada uno de ellos se diferente, como el que se desgaja de lo que fue un amor, para convertirse en narración que acompaña. De esta forma, la relación muestra dos vertientes: la personal de individuos protagonistas identificados, y la de una referencia genérica a cualquier hombre, o cualquier mujer, puest@s en una situación concreta. Este es parte del resultado de la disección.

Hay momentos en los que es difícil separar dónde comienza un personaje y termina otro, y los textos parecen darse el relevo en escena. La dosis de surrealismo a la que conduce esta obra que parte del realismo para sumirse en una ficción de la mente, se traduce en acciones enlazadas en tiempos no siempre secuenciales, mientras que la poética de su forma y contenido, no deja de hacerla más cercana, ya sea en el texto o en la escena, y que cada cual se acoja a la realidad que le parezca.

Más información

Un lienzo entre España y Argentina

María Velasco (Günter, Líbrate de las cosas hermosas que te deseo) empieza este proyecto en el taller de escritura escénica Fragmentos de la Catástrofe, impartido por Guillermo Heras (Premio Nacional de Teatro 1994). El boceto, tras su paso por el espacio de creación Panorama Sur de Buenos Aires y un proceso de investigación ajeno a los imperativos de las producciones “al uso”, se desarrolla finalmente como una pieza orgánica y carnal contagiada por la danza, la música y las artes plásticas, estas últimas gracias al apoyo de La Juan Gallery de Madrid.

Es tiempo de inventar un amor otro

La soledad del paseador de perros propone romper los estereotipos y moralismos que siguen influenciando nuestras vidas, tanto en las relaciones sentimentales como en las ideas que tenemos respecto al feminismo o al animalismo. Una propuesta teatral de enorme carga ética y estética que plantea un discurso artístico no para meros consumidores, sino para ciudadanos críticos.

El amor entre un hombre y un perro es un idilio. En él no hay conflictos, no hay escenas desgarradoras, no hay evolución”. (Milan Kundera, La insoportable levedad del ser)

Fecha: el Sábado 23 de abril de 2016

Horario: a las 21:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

Ver más fechas pasadas

Fecha: el Sábado 23 de abril de 2016

Horario: a las 21:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

Fecha: el Viernes 22 de abril de 2016

Horario: a las 21:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

Fecha: el Jueves 21 de abril de 2016

Horario: a las 20:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

Después de la función habrá un encuentro con la compañía

Fecha: el Sábado 16 de abril de 2016

Horario: a las 21:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

Fecha: el Viernes 15 de abril de 2016

Horario: a las 21:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

Fecha: el Jueves 14 de abril de 2016

Horario: a las 21:00h

Lugar: Sala Cuarta Pared - c/ Ercilla, 17 -Embajadores- (Madrid)

Reserva y compra de entradas:
Reserva telefónica y compra una hora antes Tlf. 91 517 23 17

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