Nota de prensa
En una tarde de principios de otoño, dos extraños coinciden en un banco de un parque. No tienen, aparentemente, nada en común.
Uno es un hombre maduro que ha roto todos sus vínculos personales (matrimonio, trabajo, relaciones sociales) y ha tomado la difícil decisión de vivir en total libertad sin hogar y sin ataduras. El otro es un hombre joven tímido, de carácter débil, que no ha encontrado la respuesta a sus múltiples dudas e interrogantes vitales. Entablan conversación y, a través de ella, descubrimos que hay algo que les une, desde ángulos totalmente distintos: su falta de sexualidad.
Cuando comienza a caer la tarde, ambos personajes han conseguido algo difícil de alcanzar: una mutua comprensión, sincera y desinteresada, carente de juicios.