Nota de prensa
Espectáculo de danza contemporánea de 45 minutos de duración, compuesto por tres piezas representadas en el siguiente orden: Ääniä, Desert rose y Mintaka.
Estas tres obras nacen fruto de la relación artística del compositor y músico lanzaroteño Samuel Aguilar y la bailarina y creadora malagueña Paloma Hurtado, cuyas trayectorias profesionales se han ido cruzando en los últimos años, dando lugar a la necesidad de colaborar juntos en este proyecto común.
Ääniä
Tomando como punto de partida el silencio y como principal referencia de estudio el trabajo Silencio, publicado en 1961 y que reúne conferencias y escritos del compositor norteamericano John Cage, Hurtado y Aguilar asumen el reto de trabajar este concepto desde el extremo opuesto. Entendiendo el silencio como la ausencia de sonido, y por ende, en un sentido más amplio, la ausencia de movimiento, estos dos creadores abordan su propia reflexión sobre el silencio con la creación del no-silencio en una pieza, desde la danza y desde la música. ¿Se puede encontrar un sonido que evoque el silencio?¿puede un cuerpo en movimiento transmitir la quietud, la ausencia de movimiento?
Quizá encontraremos en esta pieza el silencio como espacio de encuentro, como lenguaje que el arte toma para decir lo que de otro modo no puede ser dicho; el silencio permite emerger no solo aquellas preguntas sin respuesta, sino aquello que desea ocultarse: la fragilidad de la vida, la plenitud que puede implicar abrirse a la percepción, la puerta que nos permite dejar el extrañamiento en el que nos sumergimos y nos permite vernos más allá de la marca tumultuosa en que nos envuelve la modernidad.
Desert rose
Privada de libertad, sin alas, con pies que se hunden en la arena infinita de un desierto sin nombre…yo…nadie… Más en peligro que nunca creen defenderse y se pierden…ellos…nadie. Y para evitarlo nace en mí el sueño de dejarme atravesar el corazón; un corazón entre senderos y montañas, humilde, a ras de suelo.
Mintaka
“Qué bello es todo, juntos nos sorprende el alba primigenia que nace a cada instante. Un aquí y ahora común, la eternidad. Nada es lo que era y todo es para siempre. Cada brizna de hierba es árbol encumbrado viento y el viento es agua fecundando la tierra y la tierra es carne y la carne mujer y la mujer es canto y el canto palabra y la palabra viento, agua, tierra, carne, mujer, instante, todo, ahora y aquí.” (Eternidad. Josep Mª Mercader).