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A Mario Benedetti, para cuando decida seguir escribiéndonos - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Esta primavera sí que viene con una esquina rota. Era bien sabido que podía ocurrir en cualquier momento, porque Mario Benedetti, el gran Mario, el poeta, el narrador, el filósofo y luchador que siempre nos acompañará, estaba enfermo los últimos tiempos. Pero aunque ya calló, sus obras llevan décadas hablando por él. Creo recordar que andaría yo por los 15 años cuando en una Feria del Libro pude adquirir en Madrid mi primer texto de ese maravilloso autor que siempre tendré como uno de los mayores referentes de mi literatura, pero también de otras luchas que nacen de la difusión cultural. Se trataba de un libro de poesía, llamado "Poemas de otros", que, entre otros, contenía algunos poemas que yo ya conocía por otros referentes, algunos de ellos musicales, tan diferentes como Pablo Milanés y Nacha Guevara.

A Mario Benedetti, para cuando decida seguir escribiéndonos

Me dicen que también te marchaste de Uruguay

Mario Benedetti
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Mario Benedetti

Imagen del escritor Mario Benedetti, tomada de la página del Cervantes Virtual.

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Mario Benedetti

Caricatura (acaso autorretrato) de Mario Benedetti, en la portada del libro Poesía con los jovenes. Ed. Visor.

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Julio Castro – La República Cultural

Esta primavera sí que viene con una esquina rota. Era bien sabido que podía ocurrir en cualquier momento, porque Mario Benedetti, el gran Mario, el poeta, el narrador, el filósofo y luchador que siempre nos acompañará, estaba enfermo los últimos tiempos. Pero aunque ya calló, sus obras llevan décadas hablando por él.

Creo recordar que andaría yo por los 15 años cuando en una Feria del Libro pude adquirir en Madrid mi primer texto de ese maravilloso autor que siempre tendré como uno de los mayores referentes de mi literatura, pero también de otras luchas que nacen de la difusión cultural. Se trataba de un libro de poesía, llamado Poemas de otros, que, entre otros, contenía algunos poemas que yo ya conocía por otros referentes, algunos de ellos musicales, tan diferentes como Pablo Milanés y Nacha Guevara.

Si tengo que elegir entre sus textos poéticos, no sabría a cual quedarme, porque dentro de sus exilios puede haber algo como el Hombre preso que mira a su hijo, tan terrible como bello poema que pone en evidencia el enlace que en su vida jugaría la vivencia, el amor y la lucha diaria, pero también la añoranza de aquel Uruguay natal del que habría de salir exiliado.

Un término tan terrible como real inventaría este autor el “desexilio”, circunstancia en la que millones de personas se han encontrado a lo largo de su vida en la que, huyendo de tragedias, represión, dictaduras o miserias, tantos seres han intentado sobrevivir y narrarlo, encontrándose más tarde con la realidad de no ser apenas nada en su regreso, de no encontrar la tierra prometida, ni, por supuesto, las vidas y el tiempo robados. Así le ocurriría a Benedetti, que tras un largo exilio provocado por las dictaduras en Uruguay, encontró la posibilidad de regresar, pero ya era tan de acá como de allá y, quién sabe, en estos días, dónde se encontró muriendo: si en su acá, o en nuestro allá. Lo importante es que queda en nuestro corazón.

Decía de poemas de lucha, pero un texto tan conocido y sencillo como Te quiero, no deja de ser abrumador, por cuanto que plasma toda la condición de su corazón en unos breves versos que pueden ser recitados sin más aspavientos que el que el texto arroja en su lectura. Y así tantos otros que a uno le traen recuerdo del autor y recuerdos de vida, como No te salves, Táctica y estrategia, Hagamos un trato, Ustedes y nosotros

Musicado por tantos autores, desde el querido Pablo Milanés, como decía, a Nacha Guevara, pasando por otros tan dispares como Joan Manuel Serrat o José María Alfaya, no hay tanta gente que conozca que muchas piezas musicales se han creado en torno a los textos de don Mario: lamentable desconocimiento, claro.

Pero si como autor poético es conocido, mucha gente desconoce numerosos textos en prosa, sus relatos, cortos y largos, y sus novelas. Dentro de estas últimas, no sabré nunca cuándo dejar de utilizar y aplicar un fragmento del libro magistral por excelencia: Primavera con una esquina rota, comenzaba así este modesto recuerdo del gran autor. Y es que cada uno de los textos que componen ese libro son más que una narración, son más que prosa, y son más que poesía: son la cotidianeidad de las desgracias que rodean el mundo de quienes, deseosos de vivir, encuentran la dificultad de luchar contra ese despreciable sistema que los come. Son l@s niñ@s que sufren por descubrir el mundo injusto que apenas atisban, pero que comprenden casi mejor con su infantil sencillez antes que los adultos enrevesados. Son el hombre y la mujer que, privados hasta de la libertad, acaban por descubrir que comienzan a andar y a conocer. Son esa niña que habla de libertad desde su tierna visión, y de la terrible cárcel de Montevideo, que también se llama “Libertad”. Un libro para poner los pelos de punta, pero también para dar esperanza en la lucha y, sobre todo, en la resistencia: un libro para aprender, como casi todo lo de este autor. Y de ahí que, ese fragmento que se llama “Una palabra enorme”, hace una enormidad del significado de lo que nos cuenta. Tantas veces vi la posibilidad de aplicarlo a luchadores y luchadoras de nuestro pueblo, que durante décadas se exiliaron y luego se intentaron desexiliar, o que permanecieron sufriendo los avatares de quienes hoy ven aún en el poder… ¡Cómo no sentir tan cerca al hermano uruguayo! Cómo no sentirle ahora que nuestro otro hermano uruguayo, Quintín cabrera, también se nos fue con tanta antelación.

No hay que olvidar cada uno de sus esfuerzos (¿conoceremos todos?) de este discreto y modesto pero enorme autor, y entre ellos, el de querer acercar la poesía a los jóvenes. De ahí el libro de Poesía con los jóvenes (fijarse bien en el “con” que no es un “para”), donde el poeta quiere ser ellos y que ellos sean poesía. Un libro que, además, acompaña con su voz, ya que se editó con un CD en el que recita los textos.

Y sin embargo, es más conocido por unos textos como Buzón del tiempo, Con y sin nostalgia o Despistes y franquezas, grandes como todos, pero… me quedo con aquella Primavera, que no con esta que hoy nos lo arrebata.

Tuve ocasiones fugaces de acercarme en algunas Ferias del Libro, durante sus exilios y a sus regresos tras el desexilio. Y también de escucharle en distintos lugares, interviniendo en debates no sólo literarios, sino también políticos. Porque, afortunadamente, nunca comprendió la disociación de vida y cultura, de lucha y literatura.

Sí, esta primavera se nos anunció con una esquina rota, con dos vidas partidas en dos uruguayos rojos y luchadores: primero Quintín, ahora Mario. Y no, en realidad hoy no se nos fue, ni acá ni allá. Un abrazo Mario, espero tu próximo libro.

 

Hombre preso que mira a su hijo
  Mario Benedetti

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas
que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos

realmente botija no sabian un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula

olvidaban poner el acento en el hombre

la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí
cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros

y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles

uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos

por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos

vos sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio

y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías

y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre

botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones

todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre

pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar

que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos

y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa

y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de verguenza

por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder

uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere

llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse

llorá
 pero no olvides

DATOS RELACIONADOS
Biografía de Mario Benedetti (tomada de Wikipedia)

Mario Benedetti nació el 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros, Uruguay. Falleció a la edad de 88 años, el 17 de Mayo de 2009. Fue hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farugia, quienes lo bautizaron con cinco nombres, siguiendo sus costumbres italianas.

Residió en Paso de los Toros junto a su familia durante sus primeros dos años de edad, para luego trasladarse con ellos a Tacuarembó por asuntos de negocios. Luego de una fallida estadía en ese sitio (donde fueron víctimas de una estafa), la familia se trasladó a Montevideo, cuando Mario Benedetti tenía cuatro años de edad. En 1928 inicia sus estudios primarios en el Colegio Alemán de Montevideo, de donde es retirado en 1933. En consecuencia, ingresa al Liceo Miranda por un año. En 1934 hace ingreso a la Escuela Raumsólica de Logosofía. Sus estudios secundarios los realizó de manera incompleta en 1935, en el Liceo Miranda, para continuar de manera libre, por problemas económicos. Desde los catorce años trabajó en la empresa Will L. Smith, S.A., repuestos para automóviles.

Entre 1938 a 1941 residió casi continuamente en Buenos Aires, Argentina.

En 1945 se integró al equipo de redacción del semanario Marcha, donde permaneció hasta 1974, año en que fue clausurado por el gobierno de Juan María Bordaberry. En 1954 es nombrado director literario de dicho semanario.

El 23 de marzo de 1946 contrae nupcias con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida. En 1948 dirige la revista literaria Marginalia. Publica el volumen de ensayos Peripecia y novela.

En 1949 es miembro del consejo de redacción de Número, una de las revistas literarias más destacadas de la época. Participa activamente en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos. Es su primera acción como militante. Ese mismo año obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública por su primera compilación de cuentos, Esta mañana. Mario Benedetti fue ganador del galardón en repetidas ocasiones hasta 1958, cuando renunció sistemáticamente a él por discrepancias con su reglamentación.

En 1964 trabaja como crítico de teatro y codirector la página literaria semanal «Al pie de las letras» del diario La mañana. Colabora como humorista en la revista Peloduro. Escribe crítica de cine en La Tribuna Popular. Vuelve a Cuba para participar en el jurado del concurso Casa de las Américas. Participa en el encuentro sobre Rubén Darío. Viaja a México para participar en el II Congreso Latinoamericano de Escritores.

Participa en el Congreso Cultural de La Habana con la ponencia “Sobre las relaciones entre el hombre de acción y el intelectual" y se vuelve Miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas. En 1968 funda y dirige el Centro de Investigaciones literarias de Casa de las Américas, cargo en el cual se mantendría hasta 1971.

Junto a miembros del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, fundó en 1971 el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, una agrupación que pasó a formar parte de la coalición de izquierdas Frente Amplio desde sus orígenes. Benedetti fue representante del Movimiento 26 de Marzo en la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio desde 1971 a 1973, sin embargo, esta alternativa se vio frustrada por la fuerza. [3] Además es nombrado director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República, de Montevideo.

Publica Crónica del 71, compuesto en su mayoría de editoriales políticos publicados en el semanario Marcha, así como de un poema inédito y tres discursos pronunciados durante la campaña del Frente Amplio. También publica Los poemas comunicantes, con entrevistas a diversos poetas latinoamericanos.

Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973 renuncia a su cargo en la universidad, pese a ser elegido para integrar el claustro. Por sus posiciones políticas debe abandonar Uruguay, partiendo al exilio en Buenos Aires, Argentina. Posteriormente se exiliaría en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado, para luego instalarse en Cuba, en el año 1976. Al año siguiente, Benedetti recalaría en Madrid, España. Fueron diez largos años los que vivió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando de las madres de ambos.

La versión cinematográfica de La Tregua, dirigida por Sergio Renán, fue nominada a la cuadragésimo séptima versión de los Premios Óscar en 1974, a la mejor película extranjera; finalmente el premio, entregado en la ceremonia del 8 de abril de 1975, se lo adjudicó la película italiana Amarcord.

En 1976 vuelve a Cuba, esta vez como exiliado, y se reincorpora al Consejo de Dirección de Casa de las Américas. El año 1980 se traslada a Palma de Mallorca. Dos años más tarde inicia su colaboración semanal en las páginas de Opinión del diario El País. El mismo año el Consejo de Estado de Cuba le concede la Orden Félix Varela. En 1983 traslada su residencia a Madrid.

Vuelve a Uruguay en marzo de 1983, iniciando el autodenominado período de desexilio, motivo de muchas de sus obras. Es nombrado Miembro del Consejo Editor de la nueva revista Brecha, que va a dar continuidad al proyecto de Marcha, interrumpido en 1974.

En 1985 el cantautor Joan Manuel Serrat graba el disco El sur también existe sobre poemas de Benedetti, contando con su colaboración personal.

En 1986 recibe el Premio Jristo Botev de Bulgaria, por su obra poética y ensayística. En 1987 es galardonado en Bruselas con el Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela Primavera con una esquina rota. En 1989 es condecorado con la Medalla Haydeé Santamaría por el Consejo de Estado de Cuba.

Benedetti recibió, el 30 de noviembre de 1996, el Premio Morosoli de Plata de Literatura, entregado por la Fundación Lolita Rubial, de Minas, Uruguay. En la ocasión, Benedetti fue destacado por su obra narrativa. El mismo año, junto a otros cincuenta escritores, fue distinguido por el Estado de Chile con la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.

En mayo de 1997 fue investido con el título Doctor honoris causa por la Universidad de Alicante y unos días más tarde, el 11 de junio, fue también investido por la Universidad de Valladolid. El 30 de septiembre del mismo año fue galardonado con el Premio León Felipe, en mención a los valores cívicos del escritor. Además fue investido en diciembre como Doctor honoris causa en Ciencias Filológicas de la Universidad de La Habana.

El 31 de mayo de 1999 fue galardonado con el VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado de 6.000.000 ₧. La Fundación Cultural y Científica Iberoamericana José Martí le concedió el 29 de marzo de 2001 el I Premio Iberoamericano José Martí.

El 19 de noviembre de 2002 fue nombrado Ciudadano ilustre por la Intendencia de Montevideo, en una ceremonia encabezada por el intendente Mariano Arana.

En 2004 se le concedió el Premio Etnosur. En 2004 se presentó por primera vez en Roma, Italia, un documental sobre la vida y la poesía de Mario Benedetti, titulado "Mario Benedetti y otras sorpresas". El documental, que fue escrito y dirigido por Alessandra Mosca, y protagonizado por Benedetti, fue patrocinado por la Embajada de Uruguay en Italia. El documental participó en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, en el XIX Festival del Cinema Latinoamericano di Trieste y en el Festival Internacional de Cine de Santo Domingo.

En 2005, Mario Benedetti presentó el poemario Adioses y bienvenidas. En la ocasión también se exhibió el documental Palabras verdaderas, donde el poeta hizo aparición.

El 7 de junio de 2005 se adjudicó el XIX Premio Internacional Menéndez Pelayo, consistente en 48.000 € y la Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El premio, otorgado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, es un reconocimiento a la labor de personalidades destacadas en el ámbito de la creación literaria o científica, tanto en idioma español como portugués.

Mario Benedetti repartía su tiempo entre sus residencias de Uruguay y España, atendiendo a sus múltiples obligaciones y compromisos. Después del fallecimiento de su esposa Luz López, el 13 de abril de 2006, víctima de la enfermedad de Alzheimer, Benedetti se trasladó definitivamente a su residencia en el barrio Centro de Montevideo, Uruguay. Con motivo de su traslado, Benedetti donó parte de su biblioteca personal en Madrid, al Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti de la Universidad de Alicante.

La Fundación Lolita Rubial volvió a condecorar a Benedetti el 25 de noviembre de 2006, con el Premio Morosoli de Oro.

El 18 de diciembre de 2007, en la sede del Paraninfo de la Universidad de la República, en Montevideo, Benedetti recibió de manos de Hugo Chávez la "Condecoración Francisco de Miranda", la más alta distinción que otorga el gobierno venezolano por el aporte a la ciencia, la educación y al progreso de los pueblos. Ese mismo año recibió la Orden de Saurí, Primera Clase, por servicios prestados a la literatura. La Orden de Saurí es la conderación más alta de El Salvador.

Ha publicado más de 40 libros y ha sido traducido a 20 idiomas.

En abril de 2009 tras su internación en Montevideo, se organizó por iniciativa de Pilar del Río (esposa del escritor José Saramago) una "Cadena de Poesía" mundial para apoyarlo.

El día 17 de mayo de 2009 Benedetti fallece en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad.

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