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Oum: “Lo que hago es novedoso y un poco raro, porque todavía pocas chicas escriben textos” - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

“En Marruecos la gente es melómana, puede ser, pero está habituada a escuchar siempre el mismo tipo de música, así que los oídos no están listos para otros estilos que gustan a los jóvenes, con las que bailar, como la fusión, el reggae, mucho rap,… pero ver a una chica en el escenario con un texto de amor, que mezcla un poco el inglés y la darija… aún no están preparados”. “Mientras haya fronteras no podremos hablar de mundialización, porque hoy día es tan sólo económica y comercial. Así que esa mundialización no es la que me interesa. Universalización me gusta más, pero el nacionalismo, creo que es el punto de partida para ser un buen ciudadano del mundo y si uno es un buen ciudadano en su país, en el mundo lo será mejor. Pero no esta mundialización de los Estados Unidos y de Europa. Dentro de unos siglos, yo no estaré allí, pero será África y todo el mundo irá allí”.

Oum: “Lo que hago es novedoso y un poco raro, porque todavía pocas chicas escriben textos”

Entrevista a la cantante y compositora marroquí que participa en el proyecto internacional “Casser le Mur” (“Derribar el Muro”)

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La artista actuando en “Casser le Mur” junto a Biella Nuei y Azawan durante el Día del Cooperante ’09 en Madrid.
Foto: Julio Castro.

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La artista actuando en “Casser le Mur” junto a Biella Nuei y Azawan durante el Día del Cooperante ’09 en Madrid.
Foto: Julio Castro.

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Julio Castro – La República Cultural

Uno de los corazones musicales del proyecto Casser le Mur es Oum el Ghaït Benessahraoui, la cantante marroquí de origen saharaui que junto a Biella Nuei y Azawan ha protagonizado esa idea de “Derribar el Muro” desde la música. Cada uno entiende el mensaje como le parece y ella explica una parte de su justificación para participar en esta idea. Pero no para todos los jóvenes marroquíes es igual y menos aún para las mujeres y en particular para los saharauis, como muchos conocemos de cerca. Por eso es una suerte contar con una experiencia diferente a otras por parte de una mujer que seguramente no es consciente de lo alto que está en esa cresta de la ola que es la lucha por levantar su sonora voz para decirnos a los del norte: aquí estamos y somos mucho más de lo que os cuentan en televisión. Y explicar a los de su tierra africana que hay otras músicas, otras culturas y otras alternativas que no deben hacer perder su identidad ni comprar su alma, pero que bien asumidas pueden enriquecerla.

Tras verla en algunos conciertos, tuve la oportunidad de entrevistarla en el Mercat de Música Viva de Vic, aprovechando su paso por el mismo en dos de los directos ofrecidos allí. El conflicto de la música, la cultura y la situación social en Marruecos (como en muchos países) es más complejo de lo que se pueda plasmar aquí y, si bien no coincido en algunos puntos de vista, me pareció que otras arrojan una perspectiva que hay que tener en cuenta y sobre todo, muestran un empeño de lucha por su nación cultural africana que otros no son capaces de ver. Probablemente se hace cada vez más necesario un análisis sobre el significado de la cultura musical (y de otras), en un país tan cercano como el del Magreb más occidental, porque los cambios van por delante incluso de sus gentes, pero están llegando a poner en tela de juicio muchas cuestiones socio-políticas, aunque sus protagonistas no siempre son conscientes. Esta es una asignatura pendiente, que en el caso de sus protagonistas llega a hacer que haya un total rechazo por lo que han conocido como política: y nada está más alejado de la realidad. Pero este es asunto para tratar en otro momento.

 

¿Desde qué edad te dedicas a la música?

Hace unos 10 años que me dedico a la música de manera profesional, aunque yo ya comencé a cantar desde pequeña, pero aún no sabía que me dedicaría a esto, porque yo estudié Arquitectura en Marruecos. Pero la música me atrapó definitivamente y dejé la arquitectura para dedicarme a la música.

¿Trabajaste de arquitecta?

No, nunca ejercí de arquitecta. Sí escribí en una revista que se llama “Arquitectura de Marruecos” algunos artículos acerca de algunos edificios y algunos arquitectos marroquíes y eso fue todo. Luego me dediqué a la creación musical.

Has hecho otros estilos de música, pero ha habido una evolución en tu estilo ¿cómo es la música que haces hoy día?

Bueno, cuando comencé yo no era aún autora/compositora, así que yo hice una gira con un grupo de estudiantes haciendo temas de grandes divas del jazz como Ella Fitzgerald, Aretha Franklin,…Y después yo comencé a escribir mis propios temas. También me encontré con un cantante marroquí que se llama Bari, que hace fusión entre world music, música tradicional mezclado con reggae, ska, y tuve una pequeña experiencia con él y comencé a hacer mis canciones de donde saqué mi primer single que se llama Hamdoullah (Gracias a dios) en 2003. A continuación saqué otros cuatro single producidos por una sociedad de Casablanca, con la cual pude sacar los cinco single, lo que me permitió también hacer algunas apariciones en la televisión.

Tras esto, yo volví a hacer alguna gira con un grupo de estudiantes, con unos americanos que encontré en Marruecos con los que creé una formación con bajo, batería y teclado.

Mas tarde salí de esa sociedad de producción, creando con mi marido la mía propia, que se llama Love Musique, donde he producido mi primer álbum que se llama Lik’Oum. Este fue el resultado de todas mis experiencias anteriores, y es un álbum bastante ecléctico porque lleva mezclas de estilos musicales sobre un repertorio con influencias del funk y del pop, además de cosas procedentes de mi cultura, en general marroquí, y en particular Hassani, porque yo soy saharaui de origen. Así que no podía hacer otra cosa en un primer momento, que montar un poco todo el universo musical que yo amo y en el que me he formado. En un futuro haré otras historias y me encontraré con otros estilos musicales, pero ahora es lo que hago.

Cuentas todo esto como algo muy sencillo: llegué, hice un grupo, grabé… Pero no creo que esto sea tan sencillo y, seguramente, para una mujer es mucho más difícil trabajar en música actual y ser la líder de un grupo en Marruecos.

En la música que yo hago no hay muchos otros grupos, bueno ninguno, en este estilo musical, que dirija una mujer. Es bien cierto que hay todo un movimiento actual musical en Marruecos, desde hace cinco o seis años, del que yo parto, pero no es muy evidente, porque la gente no está habituada a esta música. La música es importada, salvo aquella que es en darija (el lenguaje dialectal o coloquial marroquí), todo lo demás es importado, así que esta generación de jóvenes no es sensible a este tipo de música. Además soy consciente de que hay mucha gente que publica en Marruecos, pero lo que se publica si es novedoso, debe ser escuchado, captado por los oídos durante algunos años hasta que se habitúen y comiencen a apreciarlo.

Creo que actualmente, en Marruecos la gente es melómana, puede ser, pero está habituada a escuchar siempre el mismo tipo de música, así que los oídos no están listos para otros estilos que gustan a los jóvenes, con las que bailar, como la fusión, el reggae, mucho rap,… pero ver a una chica en el escenario con un texto de amor, que mezcla un poco el inglés y la darija… aún no están preparados.

Pero para mí está bien, es una batalla y un objetivo, aún mayor, que tengo que hacer música, escribir y componer canciones, partiendo de esta gente a la que hay que sensibilizar para que sepa a distinguir y a elegir, querer esta música y escuchar, no que sólo venga, vea un espectáculo de música o un concierto tan sólo para bailar o sólo para divertirse en plan festivo. La música también es otra cosa, podemos venir, presentar, proponer, a los oyentes algo que no les hará bailar, pero les propondrá un texto y una música de tipo diferente, y que puedan saber apreciar la diferencia. En eso es en lo que me muevo.

No es fácil, efectivamente. Por una parte está este tema del público que no está preparado para mi música, y la otra cuestión es que la música es muy difícil de distribuir en Marruecos, porque hoy día, por la misma razón, hay distribuidores de otras músicas, de masas, la que gusta a todo el mundo, todas las generaciones, la familia, los jóvenes, los medios más populares… Así que los distribuidores no están preparados para música de este tipo, y una a artista como yo no se la distribuye, así que por medio de la estructura de nuestro sello musical decidimos crear un medio de distribución independiente y alternativo, para poder hacer accesible un CD al público que lo demande. Es una primera experiencia que no sabemos si funcionará, pero que debe hacerse porque no hay otros que lo hagan, y nos proponemos la distribución pequeña o grande, pero es difícil.

Otra dificultad es reunir un grupo de músicos. Mi primer álbum me permitió encontrarme con Kermit en Bari, y cuando puse un anuncio por medio de Internet, en el que decía que buscaba músicos, esto me permitió conseguir un grupo en el que están el francés Philippe Bonnet en la batería, Seraphin Palmeri en el teclado, Kermit que también está con nosotros y Youssef Bouchou, bajista de Marruecos, que son los que están ahora de gira en el grupo.

Otra dificultad de la música en vivo en Marruecos, es que se hace toda en el mismo período, en verano, durante tres o cuatro meses en que se celebran todos los festivales. Fuera de eso no hay conciertos, organizadores, ni salas que permitan a los artistas hacer una producción en un pequeño lugar o una gran sala para otras ocasiones. Y el público no paga una entrada para ir a un concierto, al no estar habituado a los conciertos organizados, salvo los de los festivales que, en general, son gratuitos.

Así que yo creo que hay realmente algunas cosas que faltan. Porque además de que los CDs de música están en vías de desaparecer (no sabemos cuánto durará), pero hay jóvenes que quieren hacer conciertos y ayudar a cambiar la mentalidad del público y mostrarles que es lógico, evidente y necesario pagar por el concierto de un artista.

¿Crees que lo que tú haces tiene algo de revolucionario para la sociedad marroquí?

Revolucionario… puede que no. En cambio creo que sí es novedoso y un poco raro también, porque todavía no somos muchas las chicas que escriben textos… pero yo no me proclamo una artista que está en contra de todo. Tengo mucho amor que contar, tengo poemas que hablan de la naturaleza y los elementos, de la espiritualidad y de la creación, todo este tipo de cosas. Y respeto a los otros artistas que quieren proponer y ofrecer una o más partes de sí mismo y no pretenden siempre ser el tipo reivindicativo para atraer la atención. Porque es más difícil tratar de vender una música de un cantante que ofrece cosas hermosas, que el discurso comercial del “¡ah, el sistema está mal!” y todo eso.

Así que no entro en esta dinámica, creo que lo que hago tiene dificultades, pero pienso que lo sea revolucionario en mi país. Hoy día la gente me ve en la tele, en los magazines, y poco a poco, creo que la gente podrá ver la diferencia y apreciar la música. Pero ahora no es evidente.

¿El hecho de ser saharaui, ha supuesto alguna diferencia adicional en tus estudios, tu carrera artística?

No, en absoluto. Yo no nací en el Sáhara, soy saharaui de origen por mi padre, mi abuelo, mis ancestros. Mis orígenes son de El Aaiún y Dahla, actualmente Marruecos. Pero cuando yo digo Sáhara, yo considero el Gran Sáhara, incluida por ejemplo parte de Mauritania, que es donde están mis orígenes, en un lugar que hoy forma parte de Mauritania. Pero no, no he tenido problemas, porque soy marroquí y saharaui. Estoy además muy interesada en las experiencias con los grupos Hassaníes, porque es una cultura que me gusta mucho. Todavía no he tenido la madurez para hacer una investigación necesaria, como es la cultura oral y musical en la cultura Hassani, una cultura que me interesa mucho.

En un primer momento fui a ver muchas cosas que tienen influencias primeras y que me interesaban. La música negra es una música americana, pero tiene sus orígenes en África, así que me interesa. Pero yo pienso que tengo que hacer un álbum que se acerque a mis orígenes y hacer un retorno a los mismos entre el Sáhara y Marruecos e ir a ver mis orígenes a Changuite, en Mauritania, que es una reserva de libros, una biblioteca muy grande con volúmenes que se remontan a los siglos XI al XIV, pero además de estos textos, es una cultura oral que conserva muchos poemas.

Aún hoy día, cuando vas a las ciudades del Sáhara, al Aaiún, o a Dahla, hay una cultura oral, donde las mujeres se juntan y hacen poesía instantánea, simultánea y es sublime. Por eso voy a veces para retomar algo de fuerzas, porque es muy grande y está muy bien.

Formas parte de un proyecto bajo el nombre Casser le Mur. Hay dos muros entorno a Marruecos: el de Europa que impide a la gente pasar para buscar algo mejor y hay otro muro, el que separa al Sáhara. ¿Qué piensas de las limitaciones, una para Marruecos y otra de Marruecos?

Bueno, la cuestión viene con esta frase de “buscar una vida mejor”. No estoy convencida de que la vida sea mejor fuera de Marruecos. No veo el por qué.

Económicamente hablando.

Bueno, por ejemplo, mi marido es francés y no tenemos problemas para circular por Europa, y eso marca la diferencia, por ejemplo en cuanto a los eventos culturales, para la música, el teatro, todo este tipo de manifestaciones y efervescencias culturales que se producen todo el tiempo, todo el año… eso sí, eso me falta en Marruecos. Me gustaría un Marruecos que tuviese ese tipo de manifestaciones, que no hubiese que estar pensando “quiero ir aquí o allá”, y cuando voy a París o a Madrid, esto me falta.

Económicamente no, en cuanto a esto Europa me frustra, porque cuando vengo aquí (aunque en Marruecos también ocurre con la mundialización de hoy día) el nivel de consumismo… hay tal cantidad de abundancia que allá donde vayas, que es comprar, comprar, comprar… que para mí, esto frustra a la gente y deja cosas más esenciales que esto.

Pero este discurso es difícil para gente como los jóvenes de Túnez, Marruecos, Argelia,… gente que no ha visto nada, para los que Europa es un sueño y quieren pasar el muro, atravesar el mar. Creen que es lo más fácil. Tú sabes como yo que esto no es fácil. Ni siquiera lo es para los que viven aquí, así que menos para los que llegan de allí. Luchar contra el racismo, contra las diferencias culturales, etc.

Este es un problema que yo no he tratado, pero si me preguntas diré que no merece la pena. Creo que el futuro está en África, no en Europa. Europa ya está hecha, con su historia. Nosotros tenemos otra historia y algo para construir, puede que diferente, espero que no sea otra Europa para no volver a la misma cosa.

Así que, repito, fuera de la efervescencia cultural, no hay nada más que me haga venir a Europa. Puede que haya cosas como los derechos humanos y cosas así que la hacen diferente, pero creo que cada uno tiene su historia y debemos ser nosotros los que encontremos las soluciones para nuestra historia. Debemos encontrarlas en nuestra casa y la música sirve para exportarla y poder decir que existimos, que estamos orgullosos, que hay unos medios y un futuro que construir donde la hay una historia y una cultura.

Y creo que África continúa siendo muy joven. Hay muchas enfermedades, de miserias, pero la búsqueda es importante, en nuestras ideas, en nuestra historia, en nuestra tierra y hay que fomentar esto, y es necesario el aprendizaje para la educación, para la enseñanza… Hay otros ejemplos como el de Túnez, donde hay un 100% de escolarización, no hay analfabetos: tenemos que educar a nuestros niños para que sepan su propia historia.

En cuanto al proyecto Casser le Mur (hablo por mí) lo tomo como un proyecto en el que pienso que las fronteras están en todas partes y esta historia existe en todas partes, Sudamérica, África Subsahariana, para todos los países del tercer mundo. Es un problema mundial, así que creo que este proyecto es universal, y que la música solamente puede permitir (precisamente como en alguna canción de las que hemos creado con Biella Nuei y Azawan) derribar las fronteras, porque esas diferencias no existen en la música. Con ella puedes hablar de todo, independientemente de cómo te has formado y de tus influencias. Así que creo que es lo más importante y es lo que busca la música.

Así es en mi primer álbum Lik’Oum y estoy muy contenta de haber escogido esta vía, donde he elegido no tener imposiciones ni de estilo ni de idioma, canto en inglés y en marroquí. No tengo problemas con esto, porque si he elegido no ser arquitecta sino dedicarme a la música, es porque precisamente se me permite ser libre, en el idioma, en poder viajar… cuando vengo a España canto en español. Si mañana voy a Japón, espero poder cantar en japonés. Y creo que la música es partir de este medio de comunicación que permite aún en su mundo poder hacer apreciar más allá de las etiquetas de nuestro aspecto, de nuestros orígenes, de nuestra religión, nuestra educación, lo que hay más allá de todo esto.

¡Soy una utópica!

¿Qué piensas del nacionalismo?

Creo que es importante, en el sentido en que gracias a la educación cada uno puede conocer su historia, observa donde está, lo que le engrandece y lo que le falta. Y hay que trabajar en este sentido, en el de mejorarse cada cual y ser uno mismo.

Aunque la mundialización está ahí, pero mientras haya fronteras no podremos hablar de mundialización, porque hoy día es tan sólo económica y comercial. Así que esa mundialización no es la que me interesa. Universalización me gusta más, pero el nacionalismo, creo que es el punto de partida para ser un buen ciudadano del mundo y si uno es un buen ciudadano en su país, en el mundo lo será mejor. Pero no esta mundialización de los Estados Unidos y de Europa. Dentro de unos siglos, yo no estaré allí, pero será África y todo el mundo irá allí.

DATOS RELACIONADOS

Oum el Ghaït Benessahraoui

Fabricantes de Ideas

Oum forma parte de esa generación de cantantes eclécticas que se atreven con el soul, el funk, la música disco, la fusión, el jazz y el rhythm and blues, sin olvidar, por supuesto, sus influencias naturales. Su primer álbum, Lik’Oum, se presentó en Casablanca en mayo de 2009. Está considerada como una de las voces femeninas más prometedoras de la escena musical marroquí.

Oum el Ghaït Benessahraoui nació en Casablanca y pasó su juventud en Marraquech. Su carrera artística se inicia en televisión interviniendo en un programa dedicado a los niños con enfermedades de corazón, donde interpreta la canción “Tel est ton Coeur”, que escribe junto al pianista italiano residente en Marraquech Armando Paoné. Ingresa en la Escuela Nacional de Arquitectura de Rabat en 1997, pero en 2003 decide consagrarse por entero a la música y se instala en Casablanca, donde hace numerosos conciertos acompañada del grupo americano The Brootherhood, con un repertorio soul, funk y disco, interpretando canciones de Aretha Franklin, Diana Ross o Ella Fitzgerald. Más tarde se aproxima al hip hop y al trip hop, y al universo de The Fugees, Erykah Badu o de Goldfrapp.

Después de una breve experiencia en Francia, en 2004 regresa a su país, donde empieza a adentrarse y a descubrir nuevos universos, en particular el gnaoui y el hassani, donde se reencuentra con sus orígenes saharauis. Ese año también conoce a Barry, con el que graba el single “Dear Mama” participando con él en varios festivales. A partir de esta experiencia graba sus primeros temas en solitario en el sello Sigma: “Hamdoullah”, “Africa”, “Daym Allah” y “Humilité”, que se editan en diferentes recopilatorios Stoune. Su voz, reconocible desde el primer tono y sus baladas, empiezan a sonar en televisión, festivales y emisoras de radio.

En 2007 decide autoproducir su primer álbum con un espíritu que nace de su encuentro con Kermit, joven compositor y arreglista italiano, en un concierto de Oum en Udine, la capital de Friuli (Italia). Escrito por ella, el álbum "Lik’Oum" ha sido compuesto y realizado por Kermit. Sus afinidades musicales ayudan y constituyen un dúo que da alas a una creatividad rica de sonoridades soul, hip hop, jazz y disco, forjando una realidad con una identidad propia, donde la música, la visión y el alma se contemplan como un viaje dentro de una realidad alternativa, sin fronteras.

El primer sencillo del álbum titulado “Lik”, tuvo una gran difusión en la radio nacional marroquí, llegando a lo más alto de las listas durante varias semanas, antes de que el rapero Don Bigg hiciera una versión de este tema en colaboración con Oum.

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