Menú
laRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Inicio
LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Síguenos
Hoy es Jueves 28 de marzo de 2024
Números:
ISSN 2174 - 4092

Ciudades y más ciudades. Mitológicas, grande urbes y pequeñas poblaciones - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

La carpa del Encuentro recibe a Javier Negrete que presenta su nuevo libro Atlántida en la Semana Negra de Gijón. Las primeras palabras de Jorge Iván Argiz en su papel de anfitrión son para señalar que esta novela es una especie de superproducción. Javier Negrete lo confirma en cierto modo al describirla como una historia de catástrofes en la que la cuestión que se debate se mueve entre salvar al mundo o destruirlo por completo. Recoger el mito de Platón sobre la Atlántida y que siga sonando realista en este momento, cuando la divulgación científica está a la disposición de todo el mundo, no es posible. Por ello ha utilizado la teoría del volcán Santorini, cuya erupción se cree que pudo destruir a la civilización de la época y antecesora de la griega.

Ciudades y más ciudades. Mitológicas, grande urbes y pequeñas poblaciones

Semana Negra. 15.07.2010
Ampliar imagen

Semana Negra. 15.07.2010

Javier Negrete
Foto: ® Javi Álvarez

Semana Negra. 15.07.2010
Ampliar imagen
Semana Negra. 15.07.2010

Cristina Macía y Noemí Sabugal
Foto: ® Javi Álvarez

Click en las imágenes para ampliar
DATOS RELACIONADOS

Para más información:
Semana Negra

Javi Álvarez – La República Cultural

La Atlántida, una historia que puede repetirse. Javier Negrete se enfrenta al reto de recoger el mito de Platón y mantener su verosimilitud

La carpa del Encuentro recibe a Javier Negrete que presenta su nuevo libro Atlántida en la Semana Negra de Gijón. Las primeras palabras de Jorge Iván Argiz en su papel de anfitrión son para señalar que esta novela es una especie de superproducción. Javier Negrete lo confirma en cierto modo al describirla como una historia de catástrofes en la que la cuestión que se debate se mueve entre salvar al mundo o destruirlo por completo.

Recoger el mito de Platón sobre la Atlántida y que siga sonando realista en este momento, cuando la divulgación científica está a la disposición de todo el mundo, no es posible. Por ello ha utilizado la teoría del volcán Santorini, cuya erupción se cree que pudo destruir a la civilización de la época y antecesora de la griega.

La novela está escrita usando el humor y con diálogos ligeros para contar las peripecias de unos personajes que no son héroes y que no parecen los más adecuados para salvar el mundo. El hundimiento de la Atlántida se narra con los recuerdos de un personaje y para las escenas de acción Negrete explica su sistema: primero estudiar mucho el terreno que ahora resulta muy sencillo con Google Earth, las experiencias de los viajeros en los foros y las exploraciones propias del autor en sus viajes; y segundo, ponerles una cámara encima a los personajes. Está técnica tiene limitaciones y es más complicada, pero le sirve para dar una sensación cinematográfica como de estar rodando una película.

El autor se documentó utilizando para su novela la amenaza de los supervolcanes que se basa en que los más activos de la tierra entran en erupción a la vez. Esa es la otra parte de la novela, la que se desarrolla en nuestros días. Es la caldera de Long Valley la que el autor ha estudiado con mayor profusión. Cuando escribía la novela se iba dando cuenta de las consecuencia de una erupción seria y del colapso económico que provocaría, así que la posterior crisis que vivimos en Europa por el volcán Eyjafjalla no hizo otra cosa que confirmarle sus hipótesis y eso que el volcán islandés no era uno de los considerados muy peligrosos.

Nuestra especie humana y los atlantes de entonces pueden llegar a compartir catástrofe, pues nuestra generación que tiene los pies de barro enfrenta su supervivencia de nuevo. Cierra Argiz indicando que "Atlántida no es una obra del pasado, podría ser del futuro".

Orsi se ha convertido en el principal favorito al Hammett. Ciudad Santa, una historia armada para contar Buenos Aires y sus eternos conflictos

En el tren negro empecé a escuchar los primeros rumores que daban a Guillermo Orsi como principal favorito al Hammett de este año en la Semana Negra de Gijón. Cada día que pasa su candidatura se hace más firme, como se demostró durante la presentación de su novela Ciudad Santa.

Jesús Lens, de la Andalucía Conection que se ha formado en esta Semana, la presentó con cariño, señalando que es una de las novelas importantes, no sólo por lo que tiene sino también por ser candidata al premio principal. También informó al auditorio de la existencia de una página en facebook que está pidiendo el nobel de literatura para Guillermo Orsi, de quién dijo que también se merece el de la Paz. Habló con ternura de Orsi, describiéndole como a una persona contracorriente, que se compromete con los más débiles y lo hace con cariño, amor y respetando su dignidad. Y después avisó: "prácticamente todo lo que escribe se lleva un premio".

Tomó la palabra el autor para empezar echando un vistazo hacia Buenos Aires, ciudad que tiene su historia y de la que quiere explicar su idiosincrasia. Lugar de confluencias migratorias fue fundada dos veces porque la primera resultó un fracaso. Bajo la dominación de la corona española se convirtió en un puerto que cobraba impuestos. Al avanzar el proceso político y económico, Buenos Aires crece, pero no pierde ninguna oportunidad de seguir siendo el conflicto permanente. Con las nuevas migraciones de la primera mitad del siglo XX desembarcan españoles e italianos que traen teorías comunistas, anarquista y socialistas, un factor antagónico al espíritu burgués que impera. Viene la Semana Trágica, una represión feroz que se cobró la vida de decenas de trabajadores y que marcó el estilo de sindicalismo que se iba a seguir desde principios del XX. Llegó el peronismo sin que ningún argentino pueda explicárselo a un extranjero y Buenos Aires se convierte en una urbe enorme y vinieron nuevos flujos migratorios, esta vez desde los campos argentinos y empezaron a poblar la periferia, lo que se llamaron villas miserias. En la segunda mitad del siglo la división entre las clases pudientes y el resto se acentúa haciéndose a todas luces insalvable. Surje otra duda imposible de responder: ¿cómo un país tan rico no logra colocar a toda la gente en el proceso productivo?

Hay en la capital un parque temático que es un réplica en cartón piedra de la ciudad de Jerusalén, construida para ser visitada por los turistas. Es un medio oriente falso, sin disputas, ni guerras. Es la Tierra Santa que se puede disfrutar en Buenos Aires, un reflejo de la novela.

Cuenta Orsi que la crisis del 2001, el llamado corralito, se resolvió en su país con la devaluación de la moneda. Surgen así los turistas de los cruceros de lujo que iban descargando en Argentina con una moneda fuerte. Estas personas resultaron una enorme tentación para los amigos de lo ajeno. Con ese conflicto básico arranca Ciudad Santa.

Detalló también que hay un triángulo de tres policías, cuyas personalidades se irán conociendo a lo largo de la trama. Uno de ellos es un corrupto con un pasado de torturador. Sigue porque la policía Federal no se limpió tras la última dictadura y ellos continúan liados con las mismas corruptelas. Hay otros dos con personalidades ambiguas, dónde uno es un tanto mejor que el otro y se irá viendo quién de lo dos se acerca más a descubrir o acertar la trama. Por si alguien pudiera pensar que esta historia molestase a las autoridades turísticas de Argentina, Orsi aclara que no lo cree porque es un autor que vende muy poco.

Preguntado por la forma en la que inventa a sus personajes comienza hablando de una reina de la belleza que se ve envuelta en la trama, "las reinas sabemos como acaban todas, destronadas". También explica a uno de los policías que le salió uruguayo, lo cual significa ondas diferencia culturales con el carácter de un argentino. Trabaja en la Federal y, aunque algo desencantado, va respetando las reglas, no se cuestiona su trabajo, pues forma parte de tantos policías que no se arrepienten de sus acciones, aunque se lleven por delante la vida de inocentes. Conoce a una psicoanalista de la que se enamora, pero mientras coquetea con el fantasma de otro amor que vuelve cíclicamente y es quien le mantiene en pie.

Lens tiene una curiosidad: ellos, los argentinos están una situación de postcrisis pero que sigue siendo crisis, ¿es cierto que España va hacia la argentinización? Bromea Orsi al responder con rapidez que supone que entonces España va a un buen lugar. Enseguida retoma la seriedad del economista que también es y señala que esta apocalipsis solo existe en la mente recalentada de algunos gobernantes y eclesiásticos. Tendría que suceder un enorme cataclismo porque España ha sido gobernada con cierta cabeza y con la vigilancia de la comunidad europea. El camino para seguir viviendo es apostar por el crecimiento y seguir manteniendo la libertad, sin hacer mucho caso a los grandes organismos financieros. Hay que apostar por el futuro.

Noemí Sabugal cuenta en El asesinato de Sócrates lo opresivo de una ciudad pequeña

Mi paisana Noemí Sabugal, de la mano de Cristina Macía, presenta en la carpa del Encuentro de la Semana Negra de Gijón su novela El asesinato de Sócrates. Aclara su autora, una mujer joven con mucho verbo, que no se refiere al filósofo, sino a un periodista de una pequeña ciudad llamada San Martín, dentro de la cual se esconde la geografía de León capital. Es una población con un clima muy malo, donde llueve mucho, nieva y también hace un calor asfixiante en el verano. Un lugar que mantiene un sustrato opresivo, donde la gente se conoce, pero no del todo. El protagonista de la novela es le inspector Marco Robles y no es el típico policía duro e insensible.

En la novela aparece el pasado franquista de la ciudad a través del abuelo del inspector que le cuenta historias de la cárcel y del hacinamiento que allí sufrían. Las relaciones de poder y la presión para que el caso se resuelva con rapidez obliga a detener al primer sospechoso, un marroquí. A Sabugal este nuevo personaje le sirve para mostrar el barrio del Ferro (El Crucero si seguimos el mapa de León) que está separado de la ciudad por la cremallera del tren. Un barrio que se creó por la gente que venía a vivir a la capital desde los pueblos cuando la agricultura entró en crisis y todos veían el progreso en las ciudades como una salvación a la que acogerse. Ahora el barrio lo pueblan emigrantes que llegaron con una ilusión similar.

Las autoridades quieren dar carpetazo al caso y se percibe cómo son las relaciones laborales entre el comisario y el inspector. También hay otro periodista que quiere resolver el asesinato para colgarse la medalla.

Sabugal confiesa que trabajó como periodista de sucesos, así que le gusta el realismo. Quería contar con su novela cómo en las ciudades pequeñas, con la crisis, los barrios más desatendidos se van cayendo y allí llegan a vivir los emigrantes que no pueden permitirse pagar otra cosa que la miseria. Ella escribe sobre todo para denunciar estas situaciones amparadas por un poder interesado y la especulación. Pero hay muchas novelas en una en este caso. Es, ante todo, una historia de personajes, con vida propia, alejados de lo plano, con hondura y de perfil humano.

Va al grano, porque de su etapa periodística está acostumbrada a meter la tijera, dice que el tiempo le ha dado la experiencia para realizar la labor de depuración de su escritura. El asesinato de Sócrates es su primera novela publicada, pero no la primera escrita. Hay mucho trabajo guardado en el cajón, novelas que no ha querido sacar y otras que esperan el momento de ser mejoradas. Su lenguaje es sobrio, con muchos diálogos lo que ayuda mucho, pues al hablar se tiende a ser más práctico que al describir. Logra así gran precisión. Le encanta la parte descriptiva, pero el diálogo presenta mejor al personaje que queda dibujado por sí mismo, sus palabras y sus actos. Un trabajo que permite al lector que tenga sus propias opiniones. A menudo es tan importante lo que se dice como lo que se calla y para eso el lector es muy intuitivo. Él solo, sin ayuda, podrá descubrir que es lo que pretende cada uno de los personajes con sus acciones.

Por su parte Cristina Macía describe la prosa de Sabugal como brillante y apuñalada. Luego le pregunta por su próximos proyectos. Noemí Sabugal responde que inicialmente no se había planteado seguir con el inspector Robles, pero que mucha gente le ha pedido más casos suyos, así que se está planteando alguno nuevo en el que pueda intervenir su personaje. Su siguiente novela está ambientada en la 2ª República, porque le interesa saber cómo llegamos a pasar de un sistema con elecciones a una dictadura. Reconoce que es algo que le queda lejos y señala que incluso sus abuelos eran unos niños entonces. La define como una novela negra pues hay en ella un caso criminal y también una investigación que lo es de la propia sociedad en la que se produjo.

Alojados en NODO50.org
Licencia de Creative Commons