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Julio Castro – La República Cultural
Si te gusta el manga y la danza, estás de suerte, porque podrás asistir al divertido espectáculo que ha creado la compañía de Mey-Ling Bisogno, en la que participan la misma autora, junto a Diana Bonilla Lafuente y a Cristina Pérez Sosa.
En un formato, en el que lo estético envuelve en cada momento las estrategias, encontramos un trabajo ligero, y ágil, en el que el movimiento tiene momentos colectivos, junto a otros más individuales (sea por la escena concreta o por la narración), dentro de los cuales la acción fluctúa de intensidad, como si de un auténtico manga se tratase.
Las coreografías se verán apoyadas por distintos elementos y recursos, entre los cuales, la iluminación (compleja, por cierto), que en algunos instantes nos demuestra que hacen falta muchos focos para ciertos juegos, y también, que hay que ajustar al centímetro en ciertas ocasiones para marcar las posiciones y los efectos. Pero, como digo, la iluminación se presta a crear el entorno manga del anime, es decir, del dibujo animado televisivo y en color, más que el del manga impreso, ya que este último tiende a ser en blanco y negro (salvo las portadas).
En ese sentido, entre el atrezo, el vestuario y los complementos, marcan un juego con los colores pastel a partir de tonos básicos, que luego también se reflejan en la iluminación, de manera que están creando un estilo “shojo” (el que tiene especial interés para las chicas en Japón, por su enfoque), antes que un “hentai”, como señalan en algún punto de su presentación. Y es que el manga no es único, sino que tiene múltiples tendencias y aspectos (ahora anda en crisis y veremos por dónde sale), pero siempre ha tenido estilos globales muy marcados, dentro de los cuales, el hentai que se refiere más a lo erótico (casi porno) y a lo violento, mezclados en un género único dirigido a adultos, es el que se sale más de los tres estilos más difundidos (shojo, shonen y seinen), y se considera aparte por el público al que se dirige. Sin embargo, sí podría estar cercano al seinen, que es un género más soft, aunque cercano al hentai, de manera que, en ocasiones, las líneas de lo explícito se difuminan.
Como quiera que sea, el movimiento y los cruces de los mismos, no son lo único que caracteriza a este trabajo, sino que consiguen darle un gran toque de humor a su historia, metiendo elementos que rompen en ciertos instantes la propia coreografía, para hacerle enormes guiños al público. No ocurre así con el apoyo visual de las proyecciones, porque en este caso lo internalizan en el desarrollo escénico, con unas viñetas creadas al efecto, y que nos llevan a pensar en una historia dibujada a partir del anime, en lugar de ser un manga que se convierte en movimiento.
La historia parte de una invitación a viajar a las playas soleadas de Japón, por lo que Ultra, Chic y Freak preparan sus maletas para irse, a partir de lo cual encontrarán sus problemas, que terminan entre las fauces de un amigable perro o envueltas en una bola de chicle gigante.
Creo que el planteamiento tiene interés desde las dos vertientes de la danza y del manga (que, por cierto, suenan muy similares), pero también hay que fijarse en los elementos constructivos entre los que transcurre la coreografía. Como dato curioso, señalar que, aunque el programa que entregan al comienzo, que contiene un manga que está impreso de izquierda a derecha (a la manera occidental), las proyecciones durante el espectáculo se realizan en el sentido natural de estas publicaciones: de derecha a izquierda.
Mey-Ling Bisogno es una enorme mezcla de patrones de origen, lo que probablemente justifica un enriquecimiento cultural a través del intercambio, tanto en su proveniencia, como a lo largo de su vida, porque las raíces familiares provienen de Italia y de Japón, pero ella ha pasado por Venezuela, Estados Unidos, Argentina, Francia… y ahora España. Una mezcla de coctelera, con estos resultados, y con un nombre que supone, por un lado “hermosas campanas de viento hechas de jade” (Mei Ling), y por otro “necesidad” (Bisogno). Curiosa mezcla.
A Diana Bonilla la hemos visto, por ejemplo, en Duet, un trabajo de Shahar Dor, dentro de la programación del II Festival Miradas al Cuerpo, en 2009, acompañada de Ana Sánchez Couso y Yael Turgeman. Tanto ella, como Cristina Pérez Sosa, han participado con anterioridad, desde 2009, en otros trabajos junto a Mey-Ling Bisogno, como House Circuit (2009) o Cómeme (2010).
Sinopsis
Manga se traduce, literalmente, como “dibujos caprichosos” o “garabatos”. Esta palabra japonesa se utiliza para designar a la historieta, en general. Los japoneses llaman también al manga “imágenes insignificantes”
El punto de partida
“El universo del anime/manga es extremadamente variado pero hay hasta en sus géneros más realistas un fetichismo con el cuerpo, una fijación con lo corporal, y que tal vez como forma de velamiento pudoroso se recodifique en la transformación. Hay en la transformación un malestar de estar atrapado entre dos polos, el cuerpo es el campo de batalla, es el punto de contacto y muchas veces de choque entre lo Simbólico y lo Imaginario en pos de lo Real.
Allí en las inmediaciones de lo no dicho, en el parpadeo intersticial entre lo mostrado y lo no mostrado asoma lo Real. El cuerpo en el manga parece de vital importancia, ya sea que soporte la lucha con el oponente más fuerte del universo o como el deseo histérico de dejar la fantasía erótica insatisfecha, en un regodeo en la muestra siempre al límite para los lectores, incluso la palabra misma ‘hentai’ (uno de los géneros de manga) significa tanto perversión como transformación y el cuerpo aparece tanto como objeto de deseo como de lucha”
Mey-Ling Bisogno formada en danza clásica, contemporánea y jazz en Venezuela y Miami, obtiene una beca de dos años en el Alvin Ailey American Dance Center en Nueva York. Participa como bailarina durante 12 años para distintos coreógrafos: David Grenke (los EE.UU), Li Chiao Ping (los EE.UU), de la Guarda (Argentina), Brenda Angiel (Argentina), Mariana Bellotto (Argentina), René Torres (Venezuela) entre otras. Dirige y coreografía obteniendo reconocimientos y premios para la compañía Danzamerica en Venezuela de 1990 a 1994, ART-O-BA en Buenos Aires de 1995 a 2000, 3gallos en Paris Francia desde el 2002 y crea en el 2008 la compañía Tras/Garden en Madrid España. Mey-Ling Bisogno cuenta hoy con un repertorio de 15 creaciones.
