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Víctor del Árbol: “Apretar los dientes y esperar tiempos mejores” - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Aprovechando un hecho ocurrido allende los Pirineos damos la bienvenida a Víctor del Árbol, autor de la novela La tristeza del samurai. El hecho de que la novela reciba un premio, en este caso Le Prix du Polar européen 2012 a la mejor novela Polar (lo falla la revista Le Point), no es una novedad, lo que sí es una novedad es el éxito de la novela en nuestro país vecino. Un éxito importante como demuestra el premio y que nos debería hacer recapacitar sobre nuestra literatura. Víctor del Árbol es un autor de importancia, más tendrá en el futuro, solvente y de contratada calidad a lo que si le sumamos su atención y su humildad en el trato nos resulta una persona de lo más apetecible de conocer.

Víctor del Árbol: “Apretar los dientes y esperar tiempos mejores

Entrevista al autor de La tristeza del samurai

La tristeza del samurai
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La tristeza del samurai

Portada de la novela de Víctor del Árbol.

Víctor del Árbol
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Víctor del Árbol

Foto: cortesía del escritor.

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Sergio Torrijos - La República Cultural

Aprovechando un hecho ocurrido allende los Pirineos damos la bienvenida a Víctor del Árbol, autor de la novela La tristeza del samurai.

El hecho de que la novela reciba un premio, en este caso Le Prix du Polar européen 2012 a la mejor novela Polar (lo falla la revista Le Point), no es una novedad, lo que sí es una novedad es el éxito de la novela en nuestro país vecino. Un éxito importante como demuestra el premio y que nos debería hacer recapacitar sobre nuestra literatura.

Víctor del Árbol es un autor de importancia, más tendrá en el futuro, solvente y de contratada calidad a lo que si le sumamos su atención y su humildad en el trato nos resulta una persona de lo más apetecible de conocer.

Víctor no olvida sus inicios, siempre duros, por eso se muestra siempre dispuesto a colaborar y participar en cualquier actividad, siempre muestra una mano tendida para aquellos que deseen hablar de su obra, un lujo, en definitiva, para los amantes de la literatura.

Realizar una entrevista a este escritor es un hecho grato y por ello más importancia tiene. Desde esta humilde tribuna recomendar su obra, La tristeza del samurai, para todo aquel que no haya podido leerla, no les decepcionará.

Ha pasado tiempo desde la publicación de La tristeza del samurai ¿qué sacas de todo lo ocurrido?

Es cierto, La tristeza del samurai se editó en España en Enero de 2011. Que siga en las librerías es casi un milagro, teniendo en cuenta que la esperanza de vida de un libro aquí es más bien breve. Para mí ha sido un cúmulo de experiencias, la ocasión de dar ese salto adelante que me faltaba después de primera novela El Peso de los Muertos publicada en 2006 y que no resistió el envite de las olas. Pero sobretodo, ha sido la ocasión de reconciliarme conmigo mismo como escritor. Recuperar un poco la energía que había perdido.

La crítica por lo general ha sido buena pero también he visto alguna no tan complaciente ¿Con cuál aprendes más? ¿Cuál motiva más?

Las críticas, las opiniones, las reseñas y los comentarios me los tomo como lo que son: puntos de vista. Algunos argumentados, otros no tanto, algunos propicios y otros contrarios, los hay complacientes y los hay manifiestamente hostiles. En cualquier caso, la primera premisa de esto de escribir es ser consciente de que, una vez publicas, la novela ya no te pertenece. La interpelación se establece entre el lector y el libro y cada uno interpreta su lectura en función de su experiencia, sus gustos, su ideología. Algo que me enriquece mucho es participar en clubs de lectura y en foros donde se me pida que asista. Adopto la actitud del oyente. Aprendes mucho y ves que las lecturas son tan diversas como lo son los lectores y sus sensibilidades. En general, no me dejo llevar por el halago ni me enfado por las críticas negativas. Las acepto sin más, las analizo y veo si me resultan útiles. Si es así, tomo nota.

¿Crees que todavía le queda recorrido en nuestro país?

Estoy convencido de ello, y aunque no soy tan optimista como ciertas ministras, percibo brotes verdes. Soy consciente de los momentos que todos atravesamos, y el mundo del libro no es ajeno a esta crisis. Pero incluso en estas circunstancias,La tristeza del samurai se sigue vendiendo de manera continua, poco a poco, como un goteo que no cesa. Además, que Random House haya sacado la edición de bolsillo con una apuesta muy fuerte ha relanzado la novela. Creo queLa tristeza del samurai no ha llegado hasta aquí para desaparecer. Crecerá poco a poco y se hará mayor en las librerías. Confío que el lanzamiento de la próxima novela ayudará a que esta siga ahí.

¿Y en el extranjero?

Se han vendido los derechos a diez lenguas, y según me cuentan aún se van a vender a algunos más. Por ahora, en los países que se ha editado ya, ha tenido muy buena acogida, así que es de esperar que le quede un largo recorrido.

Tengo muchas ganas de ver el trabajo de las editoriales en Italia o en Brasil, en Estados Unidos, por ejemplo. Creo que allí va a conectar muy bien con el lector.

Francia tierra de provisión ¿Por qué triunfa allí?

Francia es, en efecto tierra de provisión. Siempre lo ha sido, y pese a la crisis que empieza a notarse también allí, sigue siéndolo. Una señora francesa, hija de republicanos españoles, me dijo una vez que la Francia que amaban sus abuelos y sus padres era la Francia que el resto del mundo tiene en la cabeza y en el corazón. Son gente abierta y no les asusta lo que viene de fuera, al contrario. Tienen la capacidad de absorberlo como propio. Algo así me ha ocurrido a mí. Y me siento agradecido, porque yo también tengo vínculos familiares con ellos (mi esposa es nacida en Francia). Creo que existe una corriente de simpatía hacia la cultura española sin tópicos y un interés real por nuestra historia más reciente. Además, y eso no es baladí, los franceses son apasionados de lo que se conoce como novela Polar: una mezcla de novela negra, thriller psicológico, novela histórica y crítica social, lo que hace encajar perfectamente en sus gustos La tristeza del samurai.

¿Crees que es una novela de consagración?

Creo que ha sido un paso adelante, firme y decidido. Ha permitido que el público conozca que hay un nuevo escritor que tiene voz propia y que es interesante. Consagrarse es algo más complicado. Cada novela es un reto distinto, y realmente uno se consagra cuando alcanza su cénit, su máxima expresión creativa. Yo estoy lejos de eso todavía, pero sigo en ello.

Me pareció que la mejor característica de la novela era la solidez ¿cuánto tiempo le dedicaste?

Entre tres y cuatro años. El proceso de escribir (de redactar) no es el más largo en mi caso. Pero para ponerme a ello necesito tener toda la historia perfectamente cerrada, la documentación recopilada, los personajes definidos y al menos un primer borrador escrito a mano.

He sabido por cauces extraños que ahora te dedicas a la literatura a tiempo completo ¿cómo te va a afectar como autor?

Sí, es cierto que la dimensión que han tomado los acontecimientos no me permitía compaginar mi trabajo y la escritura, así que tuve que tomar una decisión que es arriesgada, pero que me parece fascinante. Soy consciente del privilegio que supone dedicar todo tu tiempo, tu energía y tu pasión a lo que siempre has querido. Y lo disfruto cada segundo. Evidentemente, eso ha supuesto cambios importantes en mi vida y en la de mi entorno. Siempre planea el temor al fracaso, pero eso no impide que siga adelante. A partir de cierta edad, supongo que uno ya no tiene tantas servicias, ni se toma demasiado en serio a sí mismo. Voy día a día. Mañana, ya se verá.

¿Se puede vivir de la literatura?

Unas pocas personas pueden vivir muy holgadamente, pero no es lo común. Piensa que el autor es el último receptor de este engranaje, y después de pasar por las comisiones de agentes, lo que se queda la editorial matriz, los impuestos…Hay que vender, muchos, muchos libros para vivir de la literatura. O tienes otra opción: aceptar una vida más sacrificada, un poco más espartana, sin lujos ni vacaciones, ni coches. Apretar los dientes y esperar tiempos mejores. Vale la pena.

¿Qué planes literarios tienes para el futuro?

Ahora mismo me han enviado las pruebas de portada y la maquetación de la próxima novela que saldrá en Enero de 2013. Es un salto al vacío porque no tiene nada que ver con La tristeza del samurai, pero estamos muy ilusionados con ella e incluso ya se ha vendido a algún país extranjero. Mi intención es luchar para que ocupe un lugar junto a La tristeza del samurai. Sigo trabajando en otra novela, ahora estoy en la fase de documentación que tal vez vea la luz en 2014 o 2015 ( o tal vez nunca, quién sabe) Sigo viajando, implicándome en proyectos que me proponen, escribiendo artículos…No hay planes mucho más allá.

¿Qué le pides al nuevo año?

Que el Gobierno imponga la dación en pago contra los desahucios, que se olviden de la prima de riesgo de la deuda y se centren en la prima de riesgo de exclusión de las personas. Y que todos tomemos conciencia de que o tomamos la iniciativa o nos irán sumiendo más y más en este calvario.

En lo personal, que cada día haya más gente dispuesta a leer lo que escribo.

¿Qué has leído últimamente que te haya hecho sonreír y disfrutar?

Me ha encantado la acidez, el humor un tanto trágico, tan italiano del comisario Montalbano en la última novela de Camilleri La Danza de la Gaviota. . Tal vez no sea una novela soberbia, pero desde luego el personaje sí lo es. Me ha sorprendido mucho también descubrir a Riccardi, de Mauricio de Giovanni. Un investigador capaz de ver a los muertos, una especie de médium que anticipa las escenas del crimen También me lo he pasado bien leyendo Los buenos Suicidas de Toni Hill. Creo que es mejor que la primera entrega, y aquí ahonda más en la identidad de los protagonistas de la saga.

Recomiéndanos una lectura para este otoño.

Yo os recomendaría, a los que no lo conozcáis, que leáis a Franzen. Su novela Libertad me ha evocado el tipo de literatura de Steinbeck o de Salinger. Es un autor robusto, un narrador de verdad.

Y muy personal, me ha emocionado como hacía tiempo leer a Sara Rosemberg y su novela Un hilo Rojo sobre la dictadura argentina. Autora que, por cierto, he descubierto gracias a una librera francesa.

DATOS RELACIONADOS

Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) exseminarista, mosso d’esquadra i escritor, estudió historia antes de trabajar para el cuerpo de los mossos d’esquadra de la Generalitat de Catalunya.

Víctor del Árbol inició su andadura literaria siendo muy niño, leyendo en la biblioteca del barrio barcelonés de La Guineueta, en donde pasaba todas las tardes acompañado de sus cinco hermanos, hasta que su madre les recogía al salir de trabajar. Una mujer a la que califica de "muy inteligente y una gran lectora".

"Decidí que quería ser escritor cuando gané un concurso de redacción con catorce años en el seminario y me regalaron el libro "Réquiem por un campesino español", de Ramón J. Sender", confiesa del Árbol, quien abandonó su vida de seminarista cuatro años más tarde, cuando se enamoró.

Víctor del Árbol ingresó en el cuerpo de los mossos en 1992, "porque yo siempre quise formar parte de la realidad y, entrar en la policía en aquella época, me servía para ayudar a la gente desde dentro y, además, formaba parte de un proyecto democrático y con una identidad muy romántica”.
 

Obras:
La tristeza del samurai 
El peso de los muertos

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