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Revolución en las letras, Voces del extremo 2013 en Madrid - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

El equipo organizador de este Voces del Extremo en Madrid, hace un trabajo arduo, que roza la excelencia en su resultado, en espacios (algunos) extremos, fuera, de espaldas a circuitos oficiales en el seno de la gran urbe, o extraños al poder instituido. Entre aquell@s, como digo, encontramos a más de medio centenar de nombres, con sus más y sus menos, la mayoría poetastros y poetastras, de los que no abarcaré a citar ni siquiera a tod@s aquell@s que merecen la pena, sino algunas pinceladas para ver por dónde respira la revolución poética de nuestros días. Y si alguien opina que la revolución nace tan sólo de los textos teóricos, o que la poesía únicamente debe abarcar sentimientos lejanos a estos, que dirijan sus voces al pesebre, digo, lejos del Extremo.

Revolución en las letras, Voces del extremo 2013 en Madrid

La publicación de la poesía urbana en la ciudad hereda el evento itinerante con base en Moguer

Voces del extremo 2013 en Madrid
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Voces del extremo 2013 en Madrid

Programación y sitios de celebración.

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Voces del extremo 2013 en Madrid

Programación y sitios de celebración.

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DATOS RELACIONADOS

Título: Voces del Extremo. Poesía y Resistencia (Antología)
Autores: VV.AA. Recopilado por Colectivo organizador de Voces del Extremo – Madrid
Editorial: Ediciones Amargord (2013)
Formato: tapa blanda, 204 pág.
ISBN: 978-84-941769-9-9

Julio Castro – La República Cultural

La lucha no siempre está en las calles, quiero decir, que cuando llega allí, más vale que sea fruto de un caldo de cultivo fundado, porque lo contrario responde a una pura indignación pasajera, o a movimientos organizados por hilos interesados. Por eso siempre he creído que las artes y la cultura son la base de trabajo que puede generar ese interés y canalizar las necesidades personales y colectivas que exigen una respuesta, y que consiguen un auténtico cambio. La idea se consolida con iniciativas como la de Voces del Extremo, la idea que ya tiene base más que suficiente para hablar de una trayectoria consolidada, comienza a extenderse.

Porque Voces del Extremo es un evento anual que se celebra desde 1999, es decir, que cumple ahora sus 15 primeros años de esta Poesía y Resistencia , como subtitulan el encuentro, nacido en Moguer de la mano o de la voz de Antonio Orihuela, pero que desde hace un tiempo se ha ido esparciendo por otras localidades. Madrid acoge a más de medio centenar de nombres en la publicación de este año.

Allá hacia comienzos del invierno, un día de esos en que no te apetece hacer nada, y te enteras tarde de todo, y no llegas a tiempo a ningún sitio, en lugar de a las lecturas, llegué a las cañas, pero Alberto García-Teresa, aprovechando la coyuntura, no dejó pasar la ocasión de darme un ejemplar de este Voces del Extremo (“por si quieres escribir alguna reseña”). A veces las cosas se retrasan, pero, como ya sabemos, aún hay tiempo hasta la siguiente convocatoria.

El equipo organizador de este Voces del Extremo en Madrid, hace un trabajo arduo, que roza la excelencia en su resultado, en espacios (algunos) extremos, fuera, de espaldas a circuitos oficiales en el seno de la gran urbe, o extraños al poder instituido. Entre aquell@s, como digo, encontramos a más de medio centenar de nombres, con sus más y sus menos, la mayoría poetastros y poetastras, de los que no abarcaré a citar ni siquiera a tod@s aquell@s que merecen la pena, sino algunas pinceladas para ver por dónde respira la revolución poética de nuestros días. Y si alguien opina que la revolución nace tan sólo de los textos teóricos, o que la poesía únicamente debe abarcar sentimientos lejanos a estos, que dirijan sus voces al pesebre, digo, lejos del Extremo.

Por comenzar por el responsable de los orígenes del evento, los Sueños colectivos con que Antonio Orihuela denuncia, grita lo que nos roban… lo que nos dejamos robar pasivamente, porque no sólo es nuestro sino de quienes lucharon por ello y de quienes están por venir:

    Hombres y mujeres que no conocemos negaron con su rebeldía, su dignidad y sus derrotas la victoria de la injusticia.

    […]

    Hombres y mujeres que no conocemos
    se revuelven en sus tumbas al ver que
    todo lo que ellos imaginaron
    y todo por lo que ellos vivieron,
    trabajaron y murieron,
    lo estamos perdiendo para nosotros
    y para quienes vienen detrás. […]

Antonio Martínez y Ferrer es incluso más directo que Orihuela, con Los 10 mandamientos aplicados a la conducta socioeconómica del capitalismo, que remata con “y en caso de dudas, en la confesión semanal, el cura te perdonará todos los desmanes y podrás comenzar de nuevo”. Y es que este Antonio, obrero de las Artes Gráficas, nació en Alzira justo el año que ya estaba “todo perdido”. Por eso tampoco encuentra tapujos para hablar en Vamos a por ellos de la “supuesta democracia social” que dice está “secuestrada por una banda de ladrones”.

La explicación de las Figuras literarias que hace Antonio Díez a partir de la advertencia del antidisturbios, le delata como maestro, y es a la vez divertida. La pregunta es ¿lo entenderán sus alumn@s? Sospecho que en realidad no va dirigida en esa dirección.

Persiste Ángel Petisme en su llanto por la moderna Mesopotamia, que fuera sumida en la reciente guerra televisada. Allí perdimos much@s la esperanza de cualquier libertad o justicia, tal vez por eso él sigue llorando al pueblo iraquí sometido por la violencia occidental económica y religiosa.

Tampoco Ana Pérez Cañamares evita nunca meterse en el barro y remover el fondo. Su ritmo poético siempre es bueno, hasta cuando escribe “si hay muertos, esto no es teatro. / Cuando hay muertos es una guerra”.

Pablo Guerrero no puede evitarlo, y como viene de la tierra de los almendros, las cosecha en puñados, o los planta para que florezcan con sus versos, o con la cercanía del recuerdo a Pedro Salinas, para amar su tierra o hablar de su tierra amada, o quizá de su amada en la tierra, cualquier acogida es su Buena acogida, transformada en ríos, montañas y atardeceres como geografía del cuerpo.

La guerra y la muerte descritos para niñ@s viene de la mano de Javier GM, cuando explica “Han de hacer caja, venden armas, medicamentos / destruir para reconstruir y tener a mano el petróleo. / Y sangre, mucha sangre, eso que tanto les gusta”.

Se me antoja que es como un rap el texto que construye Felipe Zapico bajo el título de Basta de lamentos, “[…] llena una botella de gasofa / basta de lamentos / tira una piedra / y nunca, nunca / escondas la mano / tiéndela / a todos los hermanos […]”

La Arquitectura civil de Isabel Pérez Montalbán, “[…] auditorio de esclavos excedentes, / cementerio art nouveau con su alambre de espino / y sus fosas en curva para muertos maltrechos / de montura asimétrica […]” llama a amotinarse a todo lo que está inerte e inmóvil como la falsa imagen de aquello que no es.

Acostumbrada ya a liberarse sola, aunque sea en colectivo, Inma Luna escapa de quienes quieren encerrarla o capturarla “quienes no saben nada de lo humano / los que se sientan sobre los portafirmas / en los que archivan hojas de despido […]” y libera lo importante de esas riendas con bocado “[…] Todo lo que me deja sin aliento / desde que me pusieron en la calle / por no seguir doblándome bajo su yunta”. La autora de Leganés lucha desde lo concreto a lo colectivo en lo micro que lanza a lo macro con su onda.

A Alberto García Teresa (poco que decir sobre el ritmo de su poesía, bien patente), le basta con tres versos llenos de todo: “DE TANTO PACER cómodamente en la pradera / de tanto asumir gustosamente las herraduras, / los pegasos se han olvidado cómo volar”. Qué más decir ante la discreción de no llamar a los borregos por su nombre. Regalemos alas cubiertas de lana, para supuestos equinos sin memoria. Gracias.

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