Menú
laRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Inicio
LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital
Síguenos
Hoy es Jueves 18 de abril de 2024
Números:
ISSN 2174 - 4092

Depedro, The Sonics y Calexico, tres primeras espadas fraguan una faena maestra - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

Cualquiera diría que fue ayer cuando la apuesta de Cultura Inquieta en Getafe daba sus primeros pasitos, pero ya lleva todo un lustro caminando y parece que lo va haciendo con paso firme y ligero, sobre todo si nos atenemos a lo lejos que ha llegado en este tiempo. En sus inicios comenzó llenando calles y plazas con cultura llegada de todas las vertientes culturales posibles. Ha ido creciendo al ritmo de lo que le han marcado sus necesidades. A petición de éstas ha ido precisando recintos más concretos, más concentrados y de mayor capacidad. Si el año pasado lo llevaron a cabo en el Campus de la Universidad Carlos III, este año le ha tocado el turno a la Plaza de Toros. Jairo Zavala, en su versión Depedro, fue el encargado de romper el hielo. Salió con su ya identificativa camisa a cuadros que alterna en otras ocasiones con la azul vaquera. Iba acompañado de Andrés Litwin a la batería y Lucas Álvarez encargado de la guitarra y demás enseres musicales. El trío, bajo el cartel simbólico de AIE (Sociedad de Artistas, Intérpretes o Ejecutantes de España) no solo cumplió con el objetivo de meter en ambiente al respetable sino que seguramente consiguieron el mejor sonido de la noche.

Depedro, The Sonics y Calexico, tres primeras espadas fraguan una faena maestra

Una tarde memorable en la que Cultura Inquieta dio cita al folk, al rock y al buen gusto musical

Calexico
Ampliar imagen

Calexico

La banda durante el concierto.
Foto: Raúl Martínez.

The Sonics
Ampliar imagen
The Sonics

La banda durante el concierto.
Foto: Raúl Martínez.

Click en las imágenes para ampliar

Ramami - La República Cultural

Cualquiera diría que fue ayer cuando la apuesta de Cultura Inquieta en Getafe daba sus primeros pasitos, pero ya lleva todo un lustro caminando y parece que lo va haciendo con paso firme y ligero, sobre todo si nos atenemos a lo lejos que ha llegado en este tiempo. En sus inicios comenzó llenando calles y plazas con cultura llegada de todas las vertientes culturales posibles. Ha ido creciendo al ritmo de lo que le han marcado sus necesidades. A petición de éstas ha ido precisando recintos más concretos, más concentrados y de mayor capacidad. Si el año pasado lo llevaron a cabo en el Campus de la Universidad Carlos III, este año le ha tocado el turno a la Plaza de Toros. El hecho de no tener una línea estilística específica hace que su cartel sea un reclamo de lo más heterogéneo, cumpliendo con un dilatado espectro de propuestas y haciéndolo atractivo para el vasto abanico de preferencias que los espectadores demandan. La diversidad de los ingredientes para este año iba desde los humoristas Faemino y Cansado, pasando por Los Suaves, Morodo, El Chojín, Manu Chao, Mala Rodríguez, Fuel Fandango o The Asteroids Galaxy Tour, entre otros. Un total de nueve días de pluralidad cultural con un bono muy asequible, aunque algunas actuaciones no se incluían en el mismo como por ejemplo la de Faemino y Cansado, precisamente la encargada de inaugurar el festival.

El recinto elegido es todo un acierto, por su ubicación, su fácil acceso y su amplia explanada de aparcamiento gratuito. Queda por aplaudir la novedosa iniciativa de rebajar el precio un cinco por ciento si te acercabas en taxi. En su interior, lo primero que te encuentras, tras acceder a la arena por la puerta principal, es un futbolín, llamativo y sorprendente como mínimo. Pero no sería lo único. A derecha e izquierda ambas barras expendedoras de bebidas con sus correspondientes terracitas, con mesas y sillas la una y tumbonas de madera la otra. Fenomenal para acoger al público más cómodo y con menos ganas de darlo todo. Total, que entre escenario, barras de bebida, comida y terrazas terminaban comiéndose algo más de la mitad del coso. Sin embargo eso no impidió que la gente estuviese a gusto, holgada y con espacio suficiente como para moverse con comodidad. Llama la atención la ausencia de una caja o mostrador en la que sacar fichas o tickets para evitar pagar en la barra, medida organizativa ésta ya implantada en cualquier evento de estas características. La única pega, por poner alguna, en contraposición con tanta idea innovadora fue que la cocina se vio desbordada en algunos momentos

Pero vayamos a lo que realmente importa. Era la penúltima jornada y Cultura Inquieta nos tenía preparado uno de los plantos fuertes del reparto de su programación. Aunque eso va en gustos y preferencias, no cabe duda de que después de presenciar lo que se vivió tanto arriba como abajo del escenario, nadie dudaría en afirmar que éste era uno de los días imprescindibles del festival.

Jairo Zavala, en su versión Depedro, fue el encargado de romper el hielo. Salió con su ya identificativa camisa a cuadros que alterna en otras ocasiones con la azul vaquera. Iba acompañado de Andrés Litwin a la batería y Lucas Álvarez encargado de la guitarra y demás enseres musicales. El trío, bajo el cartel simbólico de AIE (Sociedad de Artistas, Intérpretes o Ejecutantes de España) no solo cumplió con el objetivo de meter en ambiente al respetable sino que seguramente consiguieron el mejor sonido de la noche. Jairo, como él mismo dijo, estaba como en casa y se le notaba. Lució toda la noche una sonrisa de oreja a oreja y es de las veces que más cómodo y relajado le hemos visto encima del escenario. Comentó sentirse emocionado pues aunque no se prodiga mucho en los escenarios madrileños, sabe que cuando lo hace no está sólo ante su público sino que lo está ante su mujer y eso es un orgullo para él. A ella precisamente le dedicó la canción de Llorona y a ella fueron dirigidas la mayoría de sus miradas y por supuesto, la mayoría de sus mejores sonrisas. Estaba en un estado tan grato que no dejó de comprometerse con el público. Al que pidió que cada uno se arrimase al primero que pudiese y que bailasen al ritmo de cumbia propuesto por El pescador. Entre la primera canción, Como el viento, hasta la última, Comanche, trascurrió una hora de actuación donde tuvieron cabida composiciones como Diciembre, Te sigo soñando, Un hombre bueno y por supuesto la más reivindicativa de todas, Equivocado en la que el público se fundió con Jairo en el estribillo para recordarles “que no van ganando”.

Tras las agradables y acompasadas melodías de Depedro, llegaba la apisonadora tuneladora de The Sonics. ¡Quién dijo viejos! ¡Quién dijo trasnochados! ¡Quién dijo decadentes! Está claro que parece el año de la vuelta a los ruedos de las viejas glorias. Si alguien pensaba que lo de The Rolling Stone era toda una proeza aquí llegaban The Sonics para demostrar que ellos son capaces de lo mismo o más. Para demostrar que lo único que tienen encima diferente a hace cuatro décadas son los años, porque las ganas, el carácter y la potencia parecen estar intactas. Está claro que la energía no sabe de años. Desde las primeras notas reventaron los amplificadores. La fuerza de sus guitarras, saxo, batería, teclados, bajo y sobre todo las desgarradas voces, principalmente la de Gerry Roslie, hizo que sus fans sobresaliesen de entre el público mostrando su máxima efervescencia y vehemencia al corear cada uno de sus temas. El momento más ardiente fue cuando coincidió que Rob Lind preguntó al público qué tema querían y todos al unísono, al menos los que estaban a nuestro alrededor, gritaron ¡Psycho! ¡Psycho! Bien sabía Rob, en qué momento debía preguntarlo. Al final de su actuación, varias voces, ya totalmente afónicas, no dejaban de chillar: “¡gracias, gracias, gracias!” Y no era para menos. Muchos de ellos, ni en sus mejores sueños, habrían imaginado poder ver a estos estadounidenses en directo y para ellos la magia había convertido sus sueños en realidad.

Tras el arrollador paso de The Sonics llegaba la elegancia y el equilibrio musical de Calexico. Llama la atención que los de Tucson y cada uno de sus componentes salen personalmente a afinar y poner a tono sus propios instrumentos. Entre sus filas, y como no podía ser de otra manera, volvía otra vez con una gran sonrisa a pisar el escenario, pero esta vez con camisa roja, Jairo Zavala. Colaborador permanente y activo del grupo que se encarga de la guitarra, pedal steel y voces. El telón de fondo luce la imagen de su último disco Algiers (2012), pero curiosamente de este trabajo solo sonarían Epic, Splitter y Puerto. Como suele ser habitual en sus últimos directos casi hay que hablar más de sus versiones que de sus propias composiciones. Love will tear us apart de Joy División, Alone again or de Love, Bigmouth Strikes Again de The Smiths, Corona de Minutemen, un guiño a Manu Chao con su Clandestino e inclusive su propia versión, una descafeinada Crystal Frontier. Todas ellas traídas a su terreno, hechas más que suyas, en las que la maestría y la calidad de esta banda deja impreso su personalísimo sello.

La sensibilidad y la interacción instrumental, la mezcolanza de estilos de Arizona, la inclusión de vientos mariachis, los ritmos hispanglish y fronterizos, la melancolía embriagadora de sus letras, sus historias de emigrantes, de vagabundos, de trasportistas condenados, podrían incitarnos a un directo nostálgico y tristón. Pero su directo es todo lo contrario. Es limpio, puro, alegre y lleno de esperanza. Solo hay que mirar sus caras para ver que disfrutan porque están haciendo disfrutar. Pasan con una habilidad pasmosa de una ranchera a otra que evoca el folk más profundo del suroeste americano, o tocan una cumbia o adaptan a su estilo cualquier género latino. Suenan a orquesta, a lluvia de sonidos armoniosos y acompasados. Y toquen lo que toquen siempre te quedarás con ganas de más porque su música no satura, y aunque te embriaga de variados y efectistas sonidos, se dosifica y te mantiene siempre expectante.

Joey Burns, John Convertino y los suyos consiguieron dejar la magia de una noche que se tornó apacible en todo lo alto, cerrando un evento que prometía y que superó con mucho las expectativas más halagüeñas.

Fecha: el Viernes 18 de julio de 2014

Horario: a las 20:00h

Lugar: Plaza de Toros - Avda. Don Juan de Borbón, s/n -Getafe- (Madrid)

Entradas: y

Ver más fechas pasadas

Fecha: el Viernes 18 de julio de 2014

Horario: a las 20:00h

Lugar: Plaza de Toros - Avda. Don Juan de Borbón, s/n -Getafe- (Madrid)

Entradas: y

Alojados en NODO50.org
Licencia de Creative Commons