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Bienvenidos a Metro-Centre, de J. G. Ballard - LaRepúblicaCultural.es - Revista Digital

¡Bienvenidos a Ballard!. Al igual que con una barraca mágica de feria, entrar en la obra de este icono de la literatura del siglo XX, que siempre tocó pie en el XXI, supone una explosión de ideas, conceptos, estudios sociológicos, surrealismos muy reales, un grifo a punto de reventar de proposiciones, de extravaganzas que despiertan al lector de su adormecida existencia. No es por nada que ballardiano es ya un adjetivo que está ocupando por méritos propios su hueco entre kafkiano y dantesco.

Bienvenidos a Metro-Centre, de J. G. Ballard

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Bienvenidos a Metro-Centre

Portada del libro de J. G. Ballard.

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Bienvenidos a Metro-Centre

Portada del libro de J. G. Ballard.

DATOS RELACIONADOS

Título: Bienvenidos a Metro-Centro (Kingdom Come)
Autor: James Graham Ballard
Editorial: Minotauro
Traducción: Marcial Souto
Edición: Junio 2008
Páginas: 323

Blanca Vázquez - La República Cultural

¡Bienvenidos a Ballard!. Al igual que con una barraca mágica de feria, entrar en la obra de este icono de la literatura del siglo XX, que siempre tocó pie en el XXI, supone una explosión de ideas, conceptos, estudios sociológicos, surrealismos muy reales, un grifo a punto de reventar de proposiciones, de extravaganzas que despiertan al lector de su adormecida existencia. No es por nada que ballardiano es ya un adjetivo que está ocupando por méritos propios su hueco entre kafkiano y dantesco.

Ahora que tenemos el placer de disfrutar de una exposición sobre el universo de J.G. Ballard en el CCCB (Centro Cultural Contemporáneo de Barcelona) no hay excusa para no entrar en su mundo literario, todo un alunizaje en una ficción, metáfora del mundo humanoide, con la que Ballard se convierte en el sociólogo más sincero de cuentos se mueven por el mundo vanidoso de la intelectualidad moderna. Este hombre es un apocalíptico escritor, (¿cómo no serlo ante lo que tenemos delante?) que analiza la arquitectura perversa de la sociedad que hemos construido y transformado a nuestra imagen y semejanza. Sí, tal cual lo piensan. Como Dioses. Como Dios único y verdadero que somos. “…como si se reconociera en el pontífice que había vislumbrado el vacío oculto dentro del concepto de Dios….”. No se tomen un tripi, toménse un Ballard.

La bibliografía de James Graham Ballard es muy extensa. Cuarenta y seis años de escritura, entre novelas, cuentos, artículos y entrevistas. Algunas con adaptaciones cinematográficas destacables realizadas por Spielberg (El imperio del sol) ó Cronenberg (Crash). Haber conseguido la admiración de Susan Sontag, Baudrillard o Martin Amis, entre otros, no es moco de pavo. Toda su escritura encierra la clave del tesoro: vamos hacia un futuro sicótico. Por ello rastrea, analiza y repite, repite, repite una y otra vez, como si sus lectores estuvieran ante una clase de psiquiatría, en lugar de ante un libro. Cómo si descendiéramos a la cueva oscura de la mente humana, arqueología aún por explorar. “Super Cannes” (2001), y “Gente del Milenio (2003) , son sus obras de este nuevo siglo, con las que este escritor nihilista profundiza hasta la nausea en el grado de degeneración a que el hombre puede llegar. Visto el panorama, mal nos tememos que son predicciones de lo más acertadas.

Así veo a Ballard, con su pañuelo de lentejuelas en la cabeza, y su bola de cristal, sonriendo, y con cierta sorna escéptica, clamando !Viva el mal, viva el capital,! como decían ciertos electroduendes. Hay, sin embargo, otra obra que se suma a las mencionadas de este milenio, tan kafkiana como ballardiana y dantesca. Bienvenidos a Metro-Centre (Kingdom Come, 2006) es una obra sorprendente y delirante, tal como avanza ese mal del aburrimiento del hombre actual, el consumismo desbocado. “Aceptaba que había surgido una nueva clase de odio, silencioso y disciplinado, un racismo templado por las tarjetas de puntos y los números PIN. La compra era ahora el modelo de toda conducta humana…”. Para aprovecharlo al máximo recomiendo combinarlo, añadiendo un poco de hielo, con el reportaje especial dedicado al ensayo “Supermercados, no gracias”, que aparecerá en la próxima edición en papel de La República.es. !No se lo pierdan!

Con reminiscencias que asocian nuestras lecturas a las historias de José Saramago, encerrando una prosa muy distinta, bien podría haberse titulado “Ensayo sobre el consumismo”. Bienvenidos a Metro-Centre es un análisis, con buenas dosis de surrealismo, de todas aquellas urbanizaciones que proliferan como hongos, donde el centro de la vida comunal ya no es una iglesia, ni una biblioteca, ni una galería de arte, o cualquier centro cultural, más bien son las grandes superficies comerciales rodeadas de gasolineras, McDonalds, y complejos residenciales que exhalan un vacío existencial atroz, “…el disimulo era una parte tan grande de la vida de la clase media que la honradez y la franqueza parecían la estrategia más tortuosa de todas”.

Sostiene el autor que la ciencia y la pornografía se parecen porque ambas son analíticas. Y mucho de pornográfico tiene este libro, regalo de un lector que tanto agradezco por su buen oportunismo. En esta psicopatía está Ballard, en la opulencia de los barrios cerrados, el shopping y los aeropuertos. Lugares que él conoce a la perfección, pues lleva toda una vida viviendo en una sencilla casa de Shepperton, un suburbio londinense adosado al aeropuerto, atravesado por autovías, y créanme, son los tristes lugares de la Inglaterra moderna, donde te entra una depresión de muerte, por donde yo pasé y salí espantada.

Lo que queda del verano asómense a este libro metafísico y alucinógeno, que a buen seguro les va a encantar. No sigue un desarrollo narrativo lineal al uso, más bien es como un pequeño informe ensayístico, al que disimuladamente le ha encasquetado Ballard una pequeña historia personal, algo así como una excusa para contar lo importante, la pesadilla de los sueños y valores actuales, el consumismo, “…nueva forma de política de masas. Es muy teatral y por eso nos gusta…”.

Al igual que el dramaturgo Harold Pinter, Ballard es un escritor muy comprometido, que se opuso públicamente a la invasión de Irak, y entre otras protestas rechazó un título nobiliario, declarándose "republicano". Ya quisiéramos ver semejante gesto en unos cuantos intelectualoides de tierras hispanas

Bienvenidos a Metro-Centre es un supermercado sociológico. Un cofre del tesoro del que sacamos, maravillados, los exabruptos (con educada sabiduría) a las favelas morales del extrarradio, al fascismo, el papismo, la hipocresía de la burguesía, la virtualidad de la política, el nazismo comercial. Es una fotografía de la sociedad anglosajona, pero también global, “..Mire las zonas más religiosas del mundo actual, Oriente Medio y Estados Unidos. Son sociedades enfermas que aún van a enfermar más. La gente nunca es tan peligrosa como cuando sólo le queda creer en Dios...”. Como de una chistera salen, también, la inmigración, el terrorismo, la histeria colectiva, la locura de la publicidad, y eso, la locura voluntaria.

Dividido el libro en tres partes, cada una de ella se compone de varios capítulos no muy largos que curiosamente llevan su propio título. El primero ya deja la marca de la casa bien clara, La cruz de San Jorge, cruz que será protagonista a lo largo de las 323 páginas.

Una locura voluntaria es esta novela. Disfrútenla.

“…El consumismo es el recurso más importante jamás inventado para controlar a la gente. Nuevas fantasías, nuevos sueños y antipatías, nuevas almas que curar. Por alguna extraña razón llaman a eso “ir de compras”. Pero la verdad es que se trata de la forma más pura de la política…”

Nota: Todas las citas incluidas en el texto pertenecen al volumen reseñado, Bienvenidos a Metro-Centre, de J. G. Ballard, edición junio de 2008.

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